Caso bomba: Gendarmería entregó a la Fiscalía ocho celulares de internos
DILIGENCIAS. Allanamiento se desplegó en toda la cárcel de Temuco luego que desconocidos instalaron un artefacto explosivo fabricado con dinamita.
El viernes a plena luz del día desconocidos adosaron al muro del gimnasio del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Temuco, una bomba de mecha con 13 cartuchos de dinamita en su interior la que gracias al viento no detonó. Esa misma tarde, se desarrolló un allanamiento en todo el recinto penitenciario lográndose la incautación de ocho teléfonos celulares, los que Gendarmería entregó a la Fiscalía.
Lo anterior, para esclarecer la existencia o no de vínculos entre los desconocidos que instalaron el letal artefacto explosivo y los internos del penal.
Según confirmó el teniente coronel Juan Pablo Jerez, alcaide de la cárcel de Temuco, en el registro de allanamiento "se incautaron un gran número de estoques y alrededor de ocho teléfonos celulares los que fueron puestos a disposición del Ministerio Público para su posterior análisis".
El alcaide explicó que el rol principal del sistema penitenciario es la vigilancia hacia el interior de la unidad y por su antigüedad, la Cárcel de Temuco entra en la categoría de mediana seguridad, reconociendo que existen sectores vulnerables como el gimnasio cuyos muros dan directamente al exterior.
"Sobre el gimnasio no contamos con puesto de centinela donde un gendarme estaría vigilando permanentemente (...) el control de centinela se inicia al término del gimnasio por (calle) Las Heras", dijo Jerez junto con explicar que los centinelas no cuentan con una visión panorámica al exterior.
Respecto del explosivo, el jefe del penal habló de sus características destructivas. "Era una carga explosiva tremenda que pudo haber provocado no tan solo derribar la muralla sino que un daño en el entorno bastante grave y para qué pensar en las víctimas fatales que pudo haber a raíz de esa explosión", advirtió.
Medidas
A raíz de lo ocurrido el viernes, Gendarmería instruyó una investigación interna; una revisión total de los protocolos de la institución y fijó un plan de acción que contempla inspecciones en el entorno de la unidad penal y un aumento en los patrullajes de Carabineros por el sector.
Tras la colocación de una bomba, el 21 de mayo en 2014 -a escasos metros de la instalada el viernes- se reubicaron algunas cámaras de la unidad y si bien se solicitó la implementación de nuevas, esto no se concretó.
Si bien existen distintas hipótesis del caso, desde grupos anarquistas hasta una fuga masiva de reos, el alcaide se limitó a decir que "claramente el propósito del explosivo era derrumbar el muro".
Minuto exacto
Desde Gendarmería aclararon que una vez analizado el minuto exacto en que un testigo observó a dos hombres encendiendo la mecha del artefacto -aproximadamente a las 10:50 de la mañana- al interior del gimnasio se encontraban 38 internos imputados del módulo uno practicando deporte y no los 25 condenados o "rematados" que a las 11 les correspondía el uso del recinto.
Querella
Hoy la Intendencia Regional interpondrá la querella correspondiente según anunció el propio intendente Andrés Jouannet, por la Ley de Control de Armas y Explosivos, descartando invocar tipos penales especiales como la Ley Antiterrorista.
El intendente (s), José Montalva, informó que entre las medidas adoptadas por el Gobierno está la instalación de nuevas cámaras de seguridad y se evalúa levantar una reja perimetral que separe el muro del gimnasio de los transeúntes, además de la posibilidad a largo plazo de construir una cárcel regional lejos del radio urbano de Temuco.
La invocación de la ley común generó polémica por el poder destructivo de una bomba que, según el Gope de Carabineros, pudo afectar un radio de 100 metros.