El rafting en Pucón: Una de las venturas imperdibles en este verano
EN EL RÍO TRANCURA. Éste es un panorama ideal para las familias que disfrutan de la naturaleza y de la adrenalina.
Para nadie es un misterio que la comuna de Pucón es una de las más aventajadas si se habla de bondades naturales. En esta amplia gama de atractivos -que incluye el volcán, las termas, el lago y tantos otros- el río Trancura, sin duda, ocupa un lugar especial, por su hermoso entorno y cristalinas aguas.
Conocer este patrimonio natural es un panorama imperdible para quienes visitan la zona lacustre. Un encuentro que es, incluso, más intenso y real si se gesta a través de un recorrido en rafting.
Ello porque al transitar en las aguas del Trancura no sólo es posible conocer en plenitud la vegetación que lo acompaña, sino también vivir una experiencia adrenalínica, gracias a la gran cantidad de rápidos (lugares más turbulentos) con los que cuenta la corriente fluvial.
Toda una aventura, que la empresa turística AndesMar Pucón ofrece en dos recorridos: el Trancura Bajo, ideal para las familias, y el Trancura Alto, pensado especialmente para aquellos turistas que buscan mayor emoción y que ya cuentan con experiencias anteriores en este deporte.
Así lo confirmó Giselle Biolley, guía de rafting, quien precisó que "el Trancura Bajo es un rafting más bien familiar, no es tan extremo. La idea, en el fondo, es ir compartiendo con los integrantes de la familia y con la naturaleza".
Y es que esta experiencia permite, precisamente, que el núcleo familiar interactúe en un escenario poco habitual, que se vincule a través del trabajo en equipo y que aprecie de una forma distinta la naturaleza.
En este sentido, la guía aseguró que ésta también es una enriquecedora vivencia educativa para los más pequeños, quienes desde los 8 años pueden participar en este descenso en balsa. "Ellos pueden aprender tanto en lo deportivo, como en el respeto por la naturaleza", agregó.
El Trancura Bajo es un descenso de aproximadamente una hora, que incluye en su recorrido cinco rápidos, cada uno con un nivel III (intermedio) de dificultad.
PARTICIPANTES
A sus 64 años, Ana María Zapata, de Santiago, aceptó la invitación de su amiga y realizó por primera vez en su vida rafting en el Trancura Bajo.
"Al principio tenía mucho susto, pero después me encantó y sentí una sensación de gozo. Lo recomiendo totalmente a las personas que no lo han practicado", dijo.
Junto a toda su familia llegó el argentino Federico Catanio para practicar esta actividad recreativa en Chile. "Me encantó la atención de la gente, el paisaje. No sentí susto, porque ya había practicado rafting en otros lugares. Para mis hijos fue su primera experiencia y les gustó mucho".
En tanto, para Matías Gómez, de 14 años, ésta fue su segunda experiencia en el Trancura, la que fue "muy entretenida, emocionante, hicimos hartos juegos junto a los guías, así que lo pasé súper bien".
Tras practicar rafting en el Cajón del Maipo, Victoria Guerrero, de 69 años, no dudó en emprender la aventura de recorrer el Trancura.
"Este tiene más rápidos, así que fue súper fabuloso. Además, ver toda esta naturaleza, estos árboles es una sensación muy rica", manifestó.
TRANCURA ALTO
El Trancura Alto es, según la guía, mucho más extremo, con una dificultad nivel IV, que según la clasificación internacional es considerada "difícil".
"En este recorrido te puedes tirar de una roca de cinco metros, por ejemplo. Entonces se requiere que las personas puedan remar, tengan condiciones físicas aptas, sean mayores de 14 años", indicó Giselle.
Cabe destacar que toda la implementación es facilitada por la empresa y, además, cada recorrido es liderado por un equipo de entusiastas guías de rafting.
Finalmente, la guía invitó a los turistas a vivir esta experiencia, que no sólo brinda emoción y aventura. "Hay que aprovechar de disfrutar los ríos ahora, porque cada vez están más bajos y están en riesgo. La gente que vive esta experiencia le toma más cariño al río y así también promovemos el respeto por el entorno", concluyó.
$15 mil es el valor del recorrido en Trancura Bajo, mientras que $21 mil cuesta el más turbulento.