Mauricio Mondaca/Agencias
El favorito en las primarias republicanas, Donald Trump, espera conseguir su primera victoria en las primarias de New Hampshire, mientras que otros aspirantes republicanos como Jeb Bush afirmaron que sus campañas seguirán adelante pase lo que pase hoy.
La demócrata Hillary Clinton, que afronta en el estado una campaña difícil contra Bernie Sanders, viajó a Michigan para preparar la jornada.
Los 10 aspirantes (ocho republicanos y dos demócratas) a suceder a Barack Obama realizaron ayer más de 35 actividades de campaña en este estado con unos 880.000 electores, de los cuales el 44% (398.472) están inscritos como independientes y por lo tanto pueden elegir votar en una u otra primaria.
La campaña de Clinton apuntó a elevar el tono del discurso, cuando acusó a Sanders de aceptar unos US$ 200.000 en donaciones indirectas de Wall Street. "No hay nada malo en ello", agregó la ex secretaria de Estado.
Del lado republicano
Trump dijo que no necesita ganar en New Hampshire, pero le gustaría. El aspirante republicano Marco Rubio sigue restando importancia a su poco elocuente aparición en el debate republicano del sábado, al tiempo que confía en la tendencia al alza de su campaña tras terminar tercero en los caucus de Iowa.
Trump, que afronta una creciente presión para ofrecer resultados tras terminar segundo en las asambleas de Iowa, optó el domingo por uno de sus actos de campaña característicos en Plymouth.
En su visita posterior a un restaurante, el magnate pasó menos de cinco minutos interactuando con posibles votantes antes de sentarse a comer con su equipo.
Por los demócratas, Bernie Sanders, y Clinton -que ganó por poco en Iowa- evitaron hacer predicciones para hoy y miraban a Carolina del Sur y Nevada, los dos siguientes estados en tener primarias.