Los chilenos trabajan 2 mil 97 horas anualmente, según la última encuesta laboral (Encla) 2014, cifra que supera la proyección entregada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de 1.990 horas.
Esta semana se supo que el OCDE situó a nuestro país en el cuarto lugar de las naciones que más horas trabajan, siendo sólo superados por México, Corea del Sur y Grecia.
Estas cifras no hacen más que reafirmar que el ocio o tiempo libre es necesario para contrarrestar las exigentes jornadas laborales de un país que se hace cada vez más competitivo y que requiere que sus trabajadores tengan capacidad y claridad mental a la hora de enfrentar de mejor manera los desafíos.
El tiempo libre es visto cada vez más como un espacio para disfrutar en familia y combatir situaciones tan comunes en el mundo laboral, como es el estrés y los problemas asociados a la depresión, ligada muchas veces a la insatisfacción personal.
El estudio Chilescopio dejó al descubierto la importancia que tiene para los chilenos el tiempo de descanso, situándolo por primera vez sobre el trabajo y marcando un importante giro sobre las percepciones de los últimos años.
La evaluación fue realizada por la consultora Visión Humana. Además de analizar temas de primera línea, como que sólo el 35% se siente conforme con el actual estado del país, cifra que en 2013 llegaba al 60%, el factor distracción ocupa un papel preponderante al evaluar la calidad de vida.
El asunto es importante y contingente, cuando se habla de algunas disciplinas con extensas jornadas laborales. De ahí la importancia de que una de las conclusiones del estudio es el rescate y valoración del tiempo libre, que en ocasiones es mirado de reojo y en forma despectiva por los propios trabajadores, cuando no entienden bien su concepto. Es necesario tener presente que el tiempo libre permite oxigenar nuestra mente y cuerpo, para poder entregar lo mejor y ser más eficientes. El ocio es también parte importante en el mundo laboral.