Camilo Garrido
En La Araucanía, como también en otras regiones del país, la juventud inicia un 2016 con un rostro distinto al de otros años en materia educacional. Entre ellos, el Gobierno introdujo en las raíces del sistema el concepto de gratuidad, tanto en educación básica y media como en la universidad.
El seremi de Educación, Marcelo Segura, apuesta a que los cambios no se detendrán, a la espera de que más establecimientos subvencionados definan su sistema de financiamiento.
- ¿Cómo evalúa la preparación de este 2016?
- Yo creo que es un año 2016 que es histórico (...) La Ley de Inclusión ya lleva días de estar en régimen, empezó a funcionar el 1 de marzo (...) La Ley de Inclusión significa un 20% más de Subvención Escolar Preferencial (SEP), la creación de la subvención y el aporte de gratuidad que tienen aquellos establecimientos con SEP y que son sin fines de lucro.
-¿Y en qué se traduce ese apoyo?
-Nosotros calculamos, con todos los establecimientos de la Región, que va a significar cerca de $700 millones mensuales que van a llegar a las arcas de distintos sostenedores en un monto importante para cerca de 117.187 estudiantes que van a recibir aportes de gratuidad desde la Ley de Inclusión. Esto va a beneficiar a cerca de 660 establecimientos. Estamos hablando del 88% de la matrícula que va a estudiar gratis a partir de la implementación de la ley.
- ¿Y el resto?
-Va a quedar un porcentaje muy menor de estudiantes que son aquellos que están, por un lado, estudiando en particulares pagados y, por otro, en particulares subvencionados con copago alto. (...) Lo más importante es que se termina con el libertinaje en materia de recursos, porque la posibilidad de retirar recursos para beneficio personal estaba completamente legitimada en la educación escolar y eso se termina con el fin del lucro.
-En la Región hubo reacciones acerca del aspecto de los alumnos en clases. ¿Qué opina de ellas?
- Más bien ha habido una caricatura del punto de vista del ministerio. Se ha malinterpretado la ley. En ningún caso es una ley que promueve que los niños y niñas lleguen de cualquier manera a la escuela, pero sí potencia que los consejos escolares tengan participación en los reglamentos escolares, y que las decisiones sean de acuerdo a un debido proceso, que no se le suspenda o expulse a un niño por su corte de pelo (...) No se han informado bien. Es un poco parecido a cuando recién comenzamos en el proceso de reforma cuando se decía que en la Región se iban a cerrar 50 escuelas el 2014.
- En cuanto a la gratuidad en la universidad, ¿qué complicó esta meta?
- La presión en el Tribunal Constitucional que intentaba obstaculizar este proceso que el país había iniciado en búsqueda de la gratuidad universitaria hizo perder tiempo, pero al final del día nosotros nos quedamos con lo más positivo, y es que ya nadie va a poder volver atrás.
-¿Existen más instancias para que nuevos alumnos se sumen al beneficio?
- Nuestro cálculo era de 14 mil estudiantes en total, pero en mayo pueden cambiar las cifras porque hay jóvenes que han apelado y presentado nuevos antecedentes. Creemos que puede aumentar el número y pueden ser entre 14 y 16 mil jóvenes.
-¿Espera un aumento de recintos académicos que se sumen a la gratuidad?
-Ojalá que tengamos en unos años más o probablemente el 2017 a la Universidad Mayor cumpliendo todas las condiciones que le permitan asumir la gratuidad y manifestando la voluntad de aquello, porque la mayoría de las familias en esta Región se lo merece y hay muchos cuyas condiciones económicas no son las más favorables.
- El recinto estuvo en boga por la desvinculación de funcionarios. ¿Cree que esto aleje la idea de gratuidad?
--No tengo antecedentes para plantear que ambas cosas estén relacionadas. De lo que sí puedo dar fe es que es una universidad que tiene un nivel académico reconocido por el ministerio. Es de buen nivel formativo y que creo que tiene que dar un paso en esta Región para sus jóvenes.