Liceo Alonso de Ercilla
Debiera profundizarse en la coordinación con los usuarios, de manera que éstos puedan conocer de antemano estas transformaciones y a la vez asumirlas sin inconvenientes. En ello es vital el trabajo que puedan realizar las propias juntas de vecinos. Este hecho, al igual que muchos otros, es provocado y generado por personas que han perdido toda capacidad de discernir entre el bien y el mal.
El Liceo Alonso de Ercilla, creado en 1891, ha sido el lugar donde muchos alumnos de vulnerabilidad social han podido cursar sus estudios y muchos otros lo hacen actualmente. Único establecimiento en la zona que imparte educación media, y en el cual se celebra el Wetripantu, año nuevo mapuche la noche del 23 de junio.
Después de ver las cámaras de seguridad, cabe preguntarnos ¿qué puede hacer que un ser humano actúe de esta forma?
Buscar prender fuego para impedir la educación de más de 300 niños y pretender acabar con toda una historia de celebración de muchos alumnos que han logrado terminar su educación media en este establecimiento. ¿Quién paga ahora los $250 millones que podría costar su reconstrucción?
No cabe duda que debe ser una persona enferma con mucho odio y probablemente con una cierta infancia y vida bastante perdida. Claramente una pena por nuestra Región, por la zona de Ercilla, alumnos y familias afectadas por este acto de locura y delincuencia.
Este hecho, al igual que muchos otros, es provocado y generado por personas que han perdido toda capacidad de discernir entre el bien y el mal, que lamentablemente en estos momentos en La Araucanía se ven relacionados como potenciales hechos terroristas que han habido en nuestra zona previamente. La justicia deberá hacer su trabajo y determinar finalmente sentencia de este hecho. El resto de los ciudadanos no debemos confundirnos y perdernos. La gran mayoría de los habitantes de nuestra Región y de nuestro país, son personas que quieren el bien común y buscan ellos mismos tener un mejor pasar.
Este miércoles pasado, Lech Walesa, ex presidente Polaco y premio Nobel de la Paz 1983, durante una conferencia en nuestro país, pidió a los electores que no se queden en casa y vayan a votar para impedir que políticos populistas y demagogos lleguen al poder. Creo que nuestra Región hoy necesita una invitación a salir con fuerza a destacar todas las cosas buenas que ocurren diariamente y sacar las voz con urgencia frente a estos actos delincuentes y frente a otros actos terroristas, dejando claro que en La Araucanía triunfa la gran mayoría que busca el bien común y su mejor pasar, sobre, lo que es hoy, un grupo reducido que ha perdido el norte y cualquier capacidad de diferenciar entre el bien y el mal.
Es una responsabilidad que como ciudadanos "bien nacidos" no podemos eludir. No se la hagamos fácil a quienes quieren darle un rumbo diferente a nuestro querido país. Somos más los que queremos lo mejor, no lo hemos hecho sentir, las elecciones son la opción para manifestar nuestro malestar y a través de ellas "enderezar" los rumbos.
Felipe Magofke, magíster en Desarrollo Internacional Duke University (www.aboutme/fmagofke)