"Tangerine" ha dado de qué hablar por una llamativa singularidad: fue completamente realizada con un iPhone 5s. Más allá del ruido mediático, la proeza nos invita a reflexionar sobre las beneficios que otorgan las nuevas tecnologías y los profundos cambios que actualmente afectan al ámbito de la producción. Está claro que ya no dependemos de un presupuesto millonario para elaborar un buen largometraje y que esa posibilidad nos acerca vertiginosamente a la utopía de la democratización del arte que tanto Andy Warhol como la cultura punk propagaron en su momento. Pero existe un talón de Aquiles: el riesgo de que el medio se imponga por sobre el resultado, que el cine se transforme en una efectista prueba de ingenio.
A propósito de hacer películas con celulares, hay producciones que han anunciado torpemente el reto como si su mera concreción fuese un valor agregado. Lo que pocos han logrado es darle un sentido a esa elección. El cineasta Sean S. Baker ("Starlet") forma parte de la bendita minoría. En una hora y media nos demuestra por qué "Tangerine" (aún sin fecha de estreno en Chile) es una película que sólo pudo haber sido realizada con un iPhone. Nos somete a un viaje hiperrealista por esos submundos urbanos que el cine y la televisión nos han entregado maquillados durante décadas. Ahora se ven cercanos, sucios (destacan los colores reventados y la saturación), vivos, como si fuesen parte de una transmisión en directo.
La historia se ambienta en Navidad, cuando una prostituta transgénero llamada Sin-Dee (Kitana Kiki Rodríguez) sale de la cárcel. Su amiga Alexandra (Mya Taylor) le cuenta que su novio Chester (James Ransone), un proxeneta, le fue infiel con una de sus mujeres durante los días en que ella estuvo privada de libertad. Sin-Dee parte enfurecida a cobrar revancha por las calles de Los Ángeles.
Por otro lado, Razmik (Karren Karagulian), un taxista de origen armenio, se prepara para pasar Nochebuena con su familia, pero antes debe trabajar, llevando a una amplia galería de personajes nocturnos en su auto.
Baker compone una cinta lúdica, energética y dinámica que se ve potenciada por la improvisación y el realismo. Las escenas de calles fueron grabadas sin permisos ni extras, y se agradece (las ventajas de un teléfono). Porque "Tangerine" es, de alguna manera, una ficción construida sobre nuestra ajetreada cotidianeidad.
"tangerine" fue grabada en las calles, con un iphone, sin permisos ni extras.
El cineasta Sean s. Baker.
en resumen
"Tangerine" ha ganado premios en los Gotham Awards, los Independent Spirit Awards y en el Festival de Palm Springs, entre otros eventos cinematográficos.
Por Andrés Nazarala R
imágen de la pelicula