Juan Pedro Peña
Después de los festejos desatados en el mismísimo Estadio Germán Becker, luego de las celebraciones más íntimas en el Casino Dreams de la capital regional y lo que, merecidamente, fue un despertar casi al mediodía de ayer domingo, uno de los dos goleadores de la jornada sabatina de Deportes Temuco sobre Copiapó (4-2) no pudo evitar volver a experimentar lo vivido el pasado 16 de abril en el Coloso Araucano.
Fue el paraguayo Cris Martínez, el que ayer al mediodía, a través de las pantallas del Canal del Fútbol, en la comodidad de su casa veía como espectador el hecho histórico del que fue protagonista, tal como el calvo morocho, Francisco Piña, el otro que se hizo presente en el marcador que le dio el ascenso y el título de campeón al Albiverde.
Otro ascenso
El jugador paraguayo, que antes consiguiera un ascenso -aunque sin tanto protagonismo- con San Luis de Quillota, valoró el volver a sentir las emociones desatadas.
"Es muy lindo revivir esa experiencia y esto va dedicado a toda la gente que semana a semana nos acompaña para alentarnos siempre", deslizó ayer el futbolista quien, junto a sus compañeros, tendrá libertad para sus actividades personales hasta este martes, jornada en la que están citados a las 11 de la mañana, para reiniciar entrenamientos en el complejo del Camino a Labranza, con miras a la última fecha del campeonato de Primera B.
Goles soñados
- ¿Soñaste ser tan trascendente en este partido que terminó siendo una verdadera final?
- Uno entra a la cancha para querer triunfar, igual me tenía mucha fe. Justamente estaba hablando con una persona y le dije que soñé que iba a marcar, pero gracias a Dios lo pude hacer. Me quedaron esas dos ocasiones y quedé contento con eso. Ahora a seguir trabajando que esto es sólo un comienzo.
- En la práctica previa a este partido, ¿tu compañero, el lateral derecho Mario Pardo o tú habías asegurado que marcarías ante Copiapó?
- Yo no prometí goles, pero quien sí prometió fue Mario Pardo. Él dijo que si marcaba, porque lo había soñado, iba a festejar a lo Cristiano Ronaldo, porque la vez pasada, en el facebook puso a qué personaje famoso era su parecido y justamente le salió Cristiano Ronaldo (risas). Ahora lo estaba molestando que, efectivamente, tiene un aire a Cristiano Ronaldo...
Compatriotas
- ¿Tú, realmente, crees eso?
- Para mí, la verdad, es que si Cristiano Ronaldo ve esto, lo tiene que denunciar (risas), pero bien, hay buena onda con Mario. Lo bueno es que se ha hecho un buen trabajo, todo el grupo se mentalizó en este partido con Copiapó que lo íbamos a sacar adelante. En el primer tiempo nos empataron, ellos nos quitaron la pelota en el mediocampo, así que gracias a Dios nos pudimos ir en ventaja en el primer tiempo. En el segundo, yo creo que empezamos a jugar más y ellos, por el partido y el cansancio, les costó un poco más y, al final, fue una justa victoria.
- Te percataste de dos banderas paraguayas instaladas en el estadio Germán Becker, una en la tribuna Pacífico y otra en Andes?
- Sí, sí vi. A uno lo ubico, porque hace dos semanas atrás hablé con él. Es un compatriota mío, que vive acá en Temuco. El otro la verdad es que no sé quién es. No me he acercado, pero para la próxima temporada y, si es que sigo acá en Temuco, capaz que me acerque para preguntarle. Me han dicho que hay muchos paraguayos que viven acá en Temuco.
- ¿Y te contactaste con la familia terminado el partido?
- No, no pude contactarme, sólo con mis familiares que tengo acá en Chile. Mis papás se van a comunicar conmigo en un rato más (anoche), sólo me enviaron felicitaciones, a través de mensajes y que estaban muy contentos por el campeonato que ganamos...
Desde la selva
- De hecho, ¿te vieron a través de la televisión?
- Sí, sí, estaban pendientes del partido del sábado, vieron todo el partido por el Canal del Fútbol. Ellos están súper contentos y por eso todo esto va dedicado a toda mi familia, que siempre está conmigo en las buenas y en las malas.
- ¿En qué localidad rural de Paraguay están tus familiares de origen?
- Mis papás están cerca de Ciudad del Este, pero están a media hora de esa ciudad. Se llama Puerto Itaberá. Efectivamente es una zona rural. Yo creo que lo máximo que debe tener de habitantes allí es 2 mil personas. Es un pueblo muy chico, así que vivo prácticamente... en la selva (risas).