La clásica campana fue rescatada de las cenizas
HALLAZGO. Instrumento data de los inicios del Mercado Modelo de Temuco.
Como un símbolo de la reconstrucción, de renacimiento, y la esperanza de contar en el breve plazo con un nuevo Mercado Modelo para Temuco, se interpretó en la municipalidad el hallazgo casi íntegro de la vieja campana de bronce que colgaba del techo del recinto.
El instrumento acústico de alrededor 20 kilos de peso data de los primeros años del Mercado y es el primer emblema en ser rescatado desde las cenizas, recuperando así un pedazo de historia invaluable.
Fue en la tarde del día jueves en la primera visita inspectiva que realizó personal de Bomberos y municipal que se encontró la campana entre los escombros, a la altura del sector donde se ubicaba la recordada pileta.
De inmediato, el elemento fue levantado y luego entregada al mismísimo alcalde de la ciudad, Miguel Becker, quien por estos días la custodia en su oficina para devolverla a su lugar -o exhibirla en una vitrina- cuando se reconstruya el Mercado Municipal.
Historia
La campana resistió llamas que superaron los 1.500 grados Celcius de temperatura, las que consiguieron reducir a escombros todo el recinto público pero el bronce en que fue forjada se negó con éxito a su destrucción.
El administrador del Mercado Modelo de Temuco, Marcelo Coloma, conoce parte de la historia del instrumento que era tocado en tres ocasiones: al abrir las puertas del Mercado; para anunciar el cierre y alertar a los locatarios y visitantes en caso de emergencias.
"Era usada para avisar el cierre de jornada del Mercado Municipal. Siempre se tocaba 15 minutos antes y también se utilizaba en caso de emergencia como antiguamente no habían alarmas, la campana era un medio para dar aviso a todos", aseguró Coloma.
Según estimó, el instrumento tiene una data de alrededor del año 1929. Cuando el badajo se estrellaba entre las paredes de bronce, el característico sonido no quedaba indiferente a nadie por lo que fue interpretado como un lenguaje común entre locatarios y trabajadores hasta su último día de gloria.
"La campana estaba frente a la pileta central del Mercado y tenía un alambre amarrado a una cuerda. Nos dirigimos a la pileta y entremedio de los escombros la encontramos y la trajimos como una señal de que algún día se pueda volver a tocar", finalizó el Marcelo Coloma.