No han sido pocos los que han denunciado cierta inclinación a la oscuridad de parte del cine chileno reciente. Es una tendencia que se ve reflejada en un puñado de películas desesperanzadas que generalmente giran en torno a personajes opacos y anulados por la desgracia o la desigualdad socioeconómica. Pero cabe preguntarse si el problema radica realmente en la lobreguez que nos obsesiona o en la forma en que la abordamos; esto es, mediante un naturalismo que ha devenido en fórmula gastada.
Podríamos decir que de las cinco películas chilenas que este año formaron parte del Bafici -el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, que termina hoy- dos son lo suficientemente retorcidas y sombrías como para potenciar la hipótesis. La diferencia con producciones anteriores es que buscan caminos propios para diseccionar las penumbras.
"El Tila: Fragmentos de un psicópata", de Alejandro Torres, tuvo una muy buena acogida por parte del público. Se trata de una apuesta bastante radical en la toma de decisiones, una crónica fragmentada, y narrada desde el punto de vista del asesino (el famoso "violador de La Dehesa"), que logra incomodar con sus altas dosis de violencia y desolación. Este paseo por el infierno terrenal esconde además un brutal ataque a nuestras instituciones sociales.
Torres se impone como un cineasta hábil y valeroso pero "El Tila" no sería lo que es sin la actuación protagónica de un sólido y encendido Nicolás Zárate. Por su parte, "Las plantas", de Roberto Doveris, observa el choque de una existencia opaca con la fantasía. La protagonista es una adolescente (la cantante argentina Violeta Castillo) que debe cuidar a su hermano vegetal mientras su madre está postrada en un hospital. Su puerta de escape será un cómic titulado "Las plantas" que la obsesionará hasta perder la conexión con la realidad. Todo esto mientras descubre su sexualidad a través de encuentros con desconocidos.
Doveris logra componer un mundo enrarecido en torno a procesos iniciáticos adolescentes y no le teme a las exposiciones explícitas. Así construye una ópera prima tan asombrosa como inclasificable.
Por Bafici pasaron también "La vida sexual de las plantas", el nuevo largometraje de Sebastián Brahm ("El circuito de Román"); "Días de Cleo", de María Elvira Reymond y la magnífica "El viento sabe que vuelvo a casa", del connotado José Luis Torres Leiva, un homenaje al cine y a nuestra geografía que tiene como figura central al documentalista Ignacio Agüero. Sublime.
"El Tila: Fragmentos de un psicópata" tuvo una muy buena acogida de parte del público.
en resumen
Cinco películas chilenas estuvieron en Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, BAFICI, que termina hoy. Entre ellas: "El Tila" y "El viento sabe que vuelvo a casa".
Por Andrés Nazarala R
fotograma de la película