Polémica protesta de taxis colectivos
Más de 150 vehículos se movilizaron en Temuco contra Uber, ptalaforma que ni siquiera existe en la ciudad.
Más de 150 vehículos, en su mayoría taxis colectivos, se sumaron el pasado jueves en Temuco a la convocatoria del gremio a nivel nacional, con la finalidad de hacer partícipe a la comunidad de su oposición a la implementación de las plataformas tecnológicas como la de la firma Uber, que ha tenido una durísima oposición en Santiago. La protesta se realizó simultáneamente en varias ciudad del país, exigiéndose 'reglas similares' para todos quienes transporten pasajeros de forma remunerada.
Debe decirse que en ello, los reclamantes tienen razón. Pero es probable que esta sea la única razón fundada en su reclamo y que, por ninguna circunstancia, amerita un bloqueo, tratándose de una actividad crítica y de primera necesidad.
En el caso de Temuco, la aplicación Uber ni siquiera existe, situación que da cuenta de una situación a lo menos insólita, pero que desnuda prácticas cuestionables en los gremios de la locomoción colectiva. En muchas ocasiones no quieren dar espacios a la competencia, prestan un servicio deficiente, según lo relatan los propios usuarios.
Por eso vemos que en Santiago y otras ciudades del mundo, son los mismos pasajeros los que reclaman y defienden las nuevas tecnologías, porque precisamente tienen el foco puesto en el consumidor y no en quienes prestan el servicio, factor que es aprovechado y abusado por los actuales servicios, con el silencio de las autoridades que dejan actuar a estos grupos que defienden sus cuotas de poder.
Lo que ocurre con Uber es sintomático respecto al cómo nos estamos definiendo respecto al futuro y cómo aprovechamos las oportunidades que se abren en cada oleada de cambio. Nuestra primera reacción es negar los nuevos mundos, pretendiendo prohibir o regular para mantener cierto statu quo, que no rompa los equilibrios, como si a través de las leyes fuésemos a resolver una realidad que es más grande que todos nosotros. Estos cambios son mucho más grandes, son irreversibles y debemos entenderlos para aprovecharlos. Negarlos es necio.