Camilo Garrido
La presencia de roedores vivos y muertos, malos olores, aislación térmica deficiente, fugas de agua y falta de espacios han vuelto insostenible el ejercicio laboral y la atención de pacientes en la Unidad de Apoyo Clínico en Infectología, que trabaja con pacientes con VIH, correspondiente al Hospital Regional Hernán Henríquez Aravena de Temuco.
Este hecho que se difundió por pacientes molestos por la situación del recinto fue también confirmado por funcionarios del centro asistencial y autoridades de salud.
Ricardo Huentemilla, uno de los pacientes del lugar, dio cuenta que hace dos semanas se intensificó una fetidez en la parte posterior del recinto.
"Era algo insoportable la muerte y olores a ratones que había dentro, en la unidad. En la sala de espera y en los baños, era horrible. No se podía estar (...) ¿Por qué tiene que pasar eso en un programa donde atienden a tantas personas enfermas?", reclamó el afectado, quien asegura haber sufrido fuertes dolores de cabeza producto de la situación.
Antes de ser un recinto de atención de salud, el lugar que hoy atiende a pacientes con Sida funcionaba como casa particular, hasta que en 2007, a raíz de los trabajos de reestructuración de la torre antigua del hospital y la construcción de la nueva torre, la Unidad debió trasladarse al inmueble ubicado en av. Prieto Norte.
Claudia Molina es la enfermera supervisora de la Unidad de Infectología. Mientras ella conversa con El Austral, una gotera interminable nace de una llave en el lavamanos instalado en su oficina, un grifo que no se cerraba por completo.
"Cuando ocurrió esta última situación del olor a ratones muertos, habían pacientes controlándose y efectivamente han manifestado que ellos creen que no es una casa para otorgarles la atención", contó la funcionaria, quien expresó su preocupación por la calidad de la atención que reciben los mil pacientes con VIH en toda La Araucanía.
Cuando esa situación ocurrió, descubrieron que debajo del piso del recinto existía un pozo de aguas servidas, a raíz de una fuga, lo que fue descubierto gracias al trabajo de una empresa fumigadora. "Estamos en espera de que hagan algún arreglo por eso", dijo.
En tanto, Carolina Chahin, médico encargado de la Unidad de Infectología, dice que han esperado nueve años para obtener un lugar digno para el servicio. "Ese recinto fue entregado en forma transitoria por la dirección del Hospital el año 2007. Era para que permaneciéramos dos años mientras se regularizaba la situación", contó la profesional, quien además expresó su preocupación por la cercanía de la cocina de la casa, donde los ocho funcionarios del lugar comen, con el pozo de agua.
Financiamiento
Al respecto, el director del hospital Hernán Henríquez Aravena, Óscar Morales, dice reconocer la situación. "Estamos conscientes que el lugar en este momento no reúne las condiciones, ni para los funcionarios ni para los pacientes", indicó, asegurando que existe un informe que da cuenta de las condiciones en que se encuentra el lugar.
"Se hace anualmente por la Unidad de Prevención de Riesgos del hospital (...) los detalles del informe son propios nuestros, que es una de las razones que nos obliga a tratar de solucionar el problema lo antes posible", explicó.
Según el representante del recinto hospitalario, la Unidad de Proyectos fabricó un diseño para montar un espacio de atención para pacientes con Sida en el zócalo del lugar, lo que demanda un total de $320 millones para su ejecución, pero no ha sido posible conseguir recursos.
"En este momento nuestra gran traba es conseguir el financiamiento para ejecutar el proyecto (...) Aunque tengamos dinero en un lugar, no podemos traspasarlo a otro, por lo tanto para todo este tipo de proyectos tenemos que presentarlo a las autoridades superiores", comentó Morales.
Convertirán excampamento en un nuevo parque para sector Lastarria de Gorbea
Con una firma del alcalde de Gorbea, el Serviu, la empresa constructora y el presidente del Comité Villa Puyehue de la comuna, los dos mil metros cuadrados de terreno que eran ocupados por 30 familias del entonces campamento Puyehue, fueron traspasados para dar pie a un nuevo parque de distensión.
"Esto es algo fantástico para nosotros y nuestros hijos, que le va a cambiar la vida y el rostro a este sector", reconoce Juan Carlos Pacheco, el representante del comité, quien dijo haber donado el trozo de terreno el año 2000, luego de 20 años de historia habitacional.
El parque "Puyehue" -en homenaje al campamento- tendrá una inversión final del Serviu, de 9.745,69 UF, equivalentes a $253 millones.
"Esta obra también se realizó en conjunto con ellos (los vecinos), porque aquí hubo participación ciudadana, ellos opinaron sobre el diseño", especificó Víctor Cuevas, jefe de Gabinete de Serviu, institución que financia el proyecto.
Los trabajos contemplan una plazoleta central, un paseo peatonal, un mirador borde río y una multicancha con cierre perimetral, entre otras cosas. Las faenas tendrán una duración de 210 días, a cargo de la constructora B y F S.A.
"Estamos conscientes que el lugar en este momento no reúne las condiciones, ni para los funcionarios, ni para los pacientes".
Óscar Morales,, director del Hospital Regional