Las cosas por su nombre
Tengo 15 años y actualmente curso segundo medio. Siempre he estado al tanto de la realidad de lo que ocurre en mi país. Creo y confío (aún) en las instituciones y en las personas que son elegidas democráticamente por todos los chilenos o por mi ciudad.
Aunque no sé hasta cuando me mantendré igual, a mi edad ya me doy cuenta que diputados y senadores son financiados por empresas particulares para que voten leyes en su favor, es decir, poco importa el voto de mi madre, hermano que creyeron en ellos. ¿Qué pasará cuando yo vote? ¿Cómo puedo seguir creyendo en personas que ya se sabe que están acomodados en sus partidos políticos? ¿Puedo seguir creyendo?
También me gustaría que las personas de mi Región estudien más sobre la cultura mapuche, se habla mucho, pero se informa poco. Nuestro pueblo mapuche es un pueblo guerrero que se encuentra en este territorio desde antes que nosotros, que la colonia española no pudo invadir. Fue el nacimiento de la República de Chile y lo que mal nos enseñan en el colegio como pacificación de La Araucanía la que generó muerte, abusos, robos en contra de este gran pueblo originario. Ya basta de frases cliché y básicas tales como que son flojos y borrachos, por favor lean, estudien la historia, infórmese, que harta falta le hace a la sociedad.
Finalmente, no puedo dejar de hablar sobre la educación. Yo nací, crecí, me formé y aún sigo viviendo en Santa Rosa, un sector vulnerable, tradicional, antiguo, de personas humildes, esforzadas y trabajadoras, en resumen, una población de Temuco. Gracias al esfuerzo de mi familia puedo tener una educación digna pero al mismo tiempo he visto vecinos y amigos que se han perdido por culpa de este sistema donde nadie hace nada para cambiarlo, y así los grandes empresarios y políticos se llenan sus bolsillos lucrando con la educación.
Por todo esto le digo a la gente, luche, movilícese, infórmese, lea, estudie para que no hayan más desigualdades, y para que sigamos creyendo en las instituciones.
La educación es un derecho, no un privilegio.
Catalina Pérez Ojeda, estudiante segundo medio colegio Santa Cruz
Injusticia
Quisiera hacer presente la mala actitud del conductor de un microbús de la Línea 3 Temuco Padre Las Casas. El sábado pasado alrededor del mediodía, iba circulando en mi vehículo desde Padre Las Casas hacia Temuco, específicamente casi al llegar al puente viejo y detrás mío lo hacía un microbús de la Línea patente BCBB13.
En un paradero estaba un hombre de la tercera edad con un carrito típico de la feria. Este abuelo levantó su mano para pedir la detención del microbús a lo cual el conductor no respondió. El abuelo casi se abalanzó a la máquina y el conductor estando detenido producto del taco del momento no fue capaz de abrir la puerta.
Me bajé de mi auto para decirle que el abuelo quería subir y este conductor me levanto la mano haciendo alusión a que me deje de molestar.
Yo me pregunto ¿acaso este personaje no tiene o tuvo padre?, me molestó mucho su actitud.
Espero que por lo menos el representante de la empresa al leer esta carta le haga un llamado de atención a este mal conductor.
Daniel Castro Fernández
¿Premio de consuelo?
Se hace impostergable el estudiar nuevos protocolos para las designaciones de nuestros representantes en el extranjero, ya sean embajadores, agregados culturales, etcétera.
Los últimos hechos conocidos lo ameritan. Se debe privilegiar la carrera diplomática de quienes se preparan para cumplir estas funciones, para que de una vez por todas se termine con la designación de personas en estos importantes cargos internacionales para nuestra patria como verdaderos premios de consuelo al no fructificar sus postulaciones parlamentarias o de agradecimiento por servicios prestados a determinadas causas políticas.Luis Enrique Soler Milla
Molestia de los vecinos
Mediante este medio quiero dar a conocer mi malestar y el de mis vecinos, en contra de las empresas de correo privadas. Acá vienen dejan las cartas tiradas en cualquier parte y no llegan a nuestros domicilio.
No sé cómo ellos justifican la entrega, a las grandes tiendas que tienen estos servicios. Les pagan por dejar las cartas botadas. Nosotros somos de calle Los Apachetas y dejan cartas de calle Quisama y para más remate el otro día estaban ahogadas en agua.
Con Correos de Chile no pasa eso. El otro día le hablé a uno pero me contesto que ellos solamente tienen que venir a dejarlas no a entregarlas por domicilio.
No sé si estas personas saben que las cartas traen nuestro nombre, cédula de identidad y dirección y que son personales, no para que lleguen a manos de personas que uno no saben quiénes son.
Es un riesgo ya que le puedan dar mal uso a la información
Elizabeth Cifuentes Mena, presidenta del Comité de Adelanto Las Apachetas