La unión hace la fuerza
En momentos en los que vemos la ignorancia, orgullo y torpeza de nuestras autoridades y el cada vez evidente aprovechamiento de nuestros "representantes" en medio de un conflicto intercultural que nos está quitando las energías como Región, el desafío debiera ser el unir fuerzas desde la sociedad civil y golpear la mesa a quienes desde sus títulos académicos o su rol de funcionarios del poder central siguen administrando este problema, llevando el agua a sus molinos y buscando obtener ventajas personales, para que las soluciones nazcan desde La Araucanía y el amor que le tenemos a este territorio. Hermoso será el día en que estudiantes, trabajadores, profesionales, gremios, mujeres, dirigentes y quien quiera sumarse, reunidos en una sola mesa, conversemos el futuro que soñamos para nuestra tierra. Como lo practicaron nuestros abuelos en el pueblo mapuche, en una tradición que a ratos se olvida y que parece ser la llave a una Araucanía mejor.Ricardo Coñoepán Barahona
Cristo y encapuchados I
Los símbolos como banderas, escudos e imágenes religiosas, tienen un valor espiritual inconmensurable porque representan las creencias, pertenencia y origen, que el ser humano siente en lo más profundo. La destrucción y la pateadura del Cristo de La Gratitud Nacional, es una agresión a la cristiandad de Chile y del mundo en general. Se aduce que sólo es un grupo de encapuchados violentistas, pero que se unen a la violencia en La Araucanía donde se queman templos cristianos y que contradice la idea de un pequeño grupo. La imagen destruida recorrerá el mundo, porque además puede ser el inicio del agravamiento de la situación social y política de Chile, ya que es venerada por un altísimo porcentaje de ciudadanos. Si el gobierno en su obligación de detener esta barbarie deja que continúe, arriesga un estado de cosas insostenible, que no solamente bajará su desaprobación, sino el repudio a través de manifestaciones concretas de desalojo. La anarquía ha obtenido una victoria para sus fines.
Marcos Concha Valencia
Cristo y encapuchados II
Ultrajante, insultante, agravioso, ofensivo, afrentoso, injurioso, abyecto, infamante, vil, oprobioso, traicionero, irrazonable e indignante el espectáculo que vimos en TV el día de las manifestaciones de ¿estudiantes? destrozando una imagen de Cristo crucificado, sacado de una iglesia.
¿Hasta dónde quieren llegar esos que se dicen estudiantes y ni siquiera han aprendido a respetar las imágenes de las iglesias? Ofendieron a todos los cristianos con señales inequívocas de querer enfrentarse a estos que constituimos mayorías espirituales en nuestro país al que denominamos Chile.
¿En qué están las autoridades políticas que permiten que esto ocurra?
¿Por qué hemos elegido tan mal a las que están en el Gobierno desde la era hasta la última pasando por los Ministerios?
¿Qué hacemos los contrarios a esto para terminar de una vez y para siempre con este caos?
Las autoridades incapaces de detener este degeneramiento y distorsión deben irse o de lo contrario debemos expulsarlas desde donde están incapaces de detener esta espiral de violencia demencial.
No esperemos las condiciones para otro 11 de Septiembre de 1973. ¡¡Bastó con uno!!
Víctor Volante
Cristo y encapuchados III
Las imágenes de la protesta "estudiantil" destruyendo la imagen de Cristo Crucificado en la Alameda no puede pasar indiferente. El grado de violencia e intolerancia que las "manifestaciones" están tomando nos pueden parecer similares a los que vivieron nuestro padres o abuelos en "los revolucionarios sesentas".
Son los mismos quienes organizados dieron muerte a Eduardo Lara en Valparaíso, humilde guardia de seguridad, son los mismos convocantes que amparados en la lucha de clases, igualdad y destrucción del concepto de propiedad están destruyendo nuestra sociedad, y no es metafóricamente.
¿Hasta cuándo la paz, libertad y progreso de Chile van a ser pisoteados de esta manera?
Francisco Sánchez, director ejecutivo Circulo Acton Chile
Regalos del SII
Por las excesivas facultades con que cuanta el Servicio de Impuestos Internos, sería muy importante que la opinión pública conozca el dinero que ha dejado de recibir el Estado por condonaciones; como también, debido a delitos tributarios que han prescrito por haber presentado este servicio, las demandas fuera de plazo, logrando los delincuentes ser sobreseídos. Lo anterior, individualizando los beneficiados con estos regalos, que el SII realiza en perjuicio del bolsillo de todos los chilenos.
Jaime Ojeda Torrent