Carolina Torres Moraga
Sus horas más críticas está viviendo actualmente la niña de 12 años, Estefanía Lizama Vásquez, quien ayer fue sometida a un doble trasplante de hígado y riñón en el Hospital Luis Calvo Mackenna, en Santiago.
La menor de Villarrica, quien era uno de los 12 pacientes considerados prioridad nacional para trasplante sufre de fibrosis poliquística hepato-renal desde los 8 meses de nacida por lo que gran parte de su corta vida ha girado en torno a los hospitales.
pabellón
Estefanía ingresó a pabellón a las 06.10 horas de ayer luego que la noche del lunes apareciera un donante de riñón e hígado compatible con la pequeña. Se trataba de un hombre de 30 años, con un peso de 60 kilos, de quien se desconocen mayores antecedentes, pero que su decisión de ser donante fue respetada por su entorno familiar.
La extensa intervención que se prolongó por alrededor de 10 horas permitió en primera instancia el implante del hígado, para luego continuar con el injerto renal. La niña llevaba casi un año esperando el trasplante debido a que sus órganos prácticamente ya no funcionaban.
Según informó la doctora Gloria González, médico que participó en el doble trasplante en el Hospital Luis Calvo Mackenna, las próximas 48 a 72 horas son claves para la evolución de la paciente.
"Su riñoncito está funcionando y todos sus exámenes están normales. Está conectada a ventilación mecánica y se encuentra con buena estabilidad médica y hemodinámica", aseguró la facultativa, quien dijo que a medida que transcurran las horas y vaya evolucionando se le irán disminuyendo los medicamentos que se le están suministrando para evitar un eventual rechazo de los órganos.
La Presidenta Michelle Bachelet llegó ayer hasta el Hospital Luis Calvo Mackenna para conocer del estado de salud de la menor. La Mandataria manifestó que "estas operaciones son habitualmente de larga duración, dado que además en esta ocasión son dos órganos que están siendo trasplantados por lo que esperamos que todo evolucione adecuadamente".
Donante de sangre
La lucha de "Stefy" como la llaman sus cercanos no culmina con el doble trasplante ya que para su recuperación es vital que cuente con donantes de sangre. Precisamente con el fin de sensibilizar y dar a conocer las informaciones sobre la salud de Stefy, cercanos a la familia crearon la página de Facebook "Todos con Estefanía" donde en la tarde de ayer se informaba con esperanza los resultados de la intervención: "Hace minutos salió la Stefy de su cirugía!! Ahora está en recuperación. Sus papás pudieron darle un besito y ahora a esperar que responda bien a los nuevos órganos. Necesitamos donantes de sangre (cualquier tipo, Hospital Calvo Mackenna) para reponer la sangre de las transfusiones y la recién usada!!!!".
"Ella está tranquila, y dispuesta a hacer todo para mantenerse bien en la espera. Nosotros tenemos que seguir luchando para que ella siga con nosotros", declaró emocionada en forma previa a la cirugía, Paloma Vásquez, madre de Estefanía.
Sobre su patología
Sobre el mal que afecta a la pequeña, las doctoras Patricia Mella, nefróloga infantil y Paula Troncoso, gastroenteróloga infantil, ambas del Hospital Hernán Henríquez Aravena, explicaron que "la enfermedad renal poliquística es una enfermedad genética común, que consiste en la aparición progresiva de quistes en los riñones, que van reemplazando al riñón normal, lo que conduce a enfermedad renal crónica terminal".
El diagnóstico puede ser realizado en el periodo intrauterino, neonatal o en los primeros meses de vida, por medio de una ecografía renal que evidencia un aumento difuso del volumen renal bilateral.
Además del riñón, dicen, también se encuentra compromiso hepático con hígado grande, incremento de la ecogenicidad y dilatación de los ductos biliares intrahepáticos y alteración de la función hepática.
En relación a las expectativas de vida posterior a la cirugía a la que fue sometida la menor, las profesionales afirmaron que dependerá de múltiples variables.
"Entre ellos, del estado de general de salud de la niña al momento del trasplante, del grado de compromiso de otros órganos que se pudieron dañar por la enfermedad y del funcionamiento adecuado de los órganos trasplantados como posibilidad de rechazo y de infecciones habitualmente secundarias a la inmunosupresión severa que se requiere para tratar de evitar el rechazo", indicaron las profesionales.
"Nosotros tenemos que seguir luchando para que ella siga con nosotros".
Paloma Vásquez,, madre de Estefanía Lizama, niña trasplantada de hígado y riñón"
nacionales. La menor Estefanía Lizama era parte de los pacientes prioritarios por lo delicado de su trasplante. 12 prioridades