Pabellón de la Expo Milán
Este inesperado regalo recibido por Chile a nuestra ciudad debería ser agradecido en una esplendorosa ubicación con visión de futuro.
Con todo respeto, creo que nuestra congestionada ciudad no debe agregar un nuevo polo de atracción en donde no hay proyectos de descentralización ni de descongestión. Ubicar además frente de la cárcel pública una joya arquitectónica de esta categoría no corresponde al valor de lo donado.
Tiene altos costos económicos y ambientales que obligan incluso a contemplar la construcción de estacionamientos subterráneos a fin de contener la congestión. Estacionamientos muy prácticos pero de los que ya tenemos la experiencia. Ya conocemos los costos que ello implica y que de toda lógica no debiera la autoridad repetir (más de 30 añosos arboles muertos y otros por morir, que nos legaron y no supimos respetar)
El lugar escogido no es el óptimo que tal donación se merece.
Tenemos un lugar de privilegio, de crecimiento territorial público maravilloso como es la Isla Cautín, desconocida por gran parte de los ciudadanos que hemos dado las espaldas al río.
Por qué no aprovechar esta oportunidad de crecimiento ambiental, humano y turístico en donde ciudadanos de todo el país se den cuenta que además de este monumento tenemos un río bello lleno de historia, limpio y respetado.
Voy al fondo de mi cuestionamiento: ¿Por qué y quién decide dónde ubicar este monumento en un lugar inconsulto? ¿A quién se lo donaron, a la ciudad o a las autoridades de turno?
¿Le han preguntado a alguien dónde está el lugar óptimo?
Sé que no.
Pedro Iñiguez
Participación ciudadana
Hoy en la comuna no existen instancias de participación vinculante por parte de los habitantes en cuanto a la toma de decisiones que debe tener la municipalidad, las cuales afectan directa o indirectamente en la calidad de vida de las personas. Ejemplo es la construcción de un estacionamiento en la plaza de Armas, la cual está causando la muerte del principal pulmón verde de Temuco.
Hoy en día se hace notar el descontento ciudadano sobre las decisiones que se toman desde la institución hacia la comunidad y que en la mayoría de las ocasiones no son consultadas con las personas afectadas en los resultados de aquellas decisiones, prácticas que debiesen ser al contrario, considerando que la municipalidad es el órgano representativo de los vecinos y vecinas.
Esta debiese ser el reflejo de la voz de todos, gran mayoría de las decisiones debiesen ser consultadas de manera participativa con el fin de que se basen en las necesidades reales de la gente.
Luis Alberto Fuentes Lobos
Bandera invertida
El mote del Centro Cultural Palacio La Moneda reza: El centro de todos los chilenos. Sin embargo, en su exhibición de xilografía contemporánea se encuentra la bandera de Chile invertida. ¿Arte? ¿Acaso la Constitución Política de la República de Chile no establece que "todo habitante de la República debe respeto a Chile y a sus emblemas nacionales"?
Imposible resultaría pensar que el Directorio del Centro Cultural Palacio La Moneda implementase en las muchas exposiciones de arte internacional, la bandera de un país de manera invertida.
¿Por qué esto se permite en Chile, contra el símbolo de nuestro país? Es sin duda otra demostración inequívoca y simbólica de la destrucción de la nacionalidad y el sentido de patria.
Rafael Videla
¿No a las tareas escolares?
El legislar en pro de la prohibición de la tareas escolares por el mal sentido pedagógico que se les ha dado, sin considerarlas un complemento del proceso de aprendizaje y de la formación del estudiante, merece una discusión mucho más de fondo, en la que los docentes aporten desde su disciplina, pues son ellos los expertos, y no todos quienes opinan como entendidos.
Obviamente, debe existir en los colegios una planificación estratégica que regule el tipo, número y sentido de las tareas enviadas, pues no se trata de mandar lo primero que se viene a la cabeza, ni menos una tarea que termine haciendo el ramo más fastidioso que interesante.
Se habla de alumnos comprometidos con el aprendizaje. Pero eso no significa estudiar la materia y poner atención en clases. Este se genera cuando hay opciones de ejercitar la libertad, a través de la responsabilidad, autorregulación, autodominio, autoconocimiento de los ritmos personales, dificultades y facilidades, y de la disposición al trabajo bien hecho.
Las tareas bien pensadas pueden colaborar a que el estudiante se motive por aprender más, profundice en el conocimiento y se reencante con el estudio. La actitud de muchos alumnos en clases demuestra que no quieren estudiar, que no los motiva aprender, que ellos tienen un mundo más entretenido que los convoca, y que el colegio es un paso obligado.
El repensar la educación no debe agotarse en nuevas políticas públicas, sino en pensar creativamente cómo hacer que nuestros estudiantes gocen con la investigación, el descubrimiento, el misterio y el asombro. Esto podría ser el anticuerpo que elimine el virus de la fobia escolar.
Solange Favereau