El Austral
Tres semanas han pasado desde que la niña de 11 años Estefanía Lizama fuera sometida a un doble trasplante de riñón e hígado y este viernes hubo buenas noticias en su evolución médica.
Esto porque la menor oriunda de la ciudad de Villarrica fue dada de alta desde el Hospital Luis Calvo Mackenna de la comuna de Providencia, donde permanecía internada tras la intervención.
Según explicó Álvaro Becerra, el presidente de la Fundación Cambiemos La Historia, Estefanía y su familia deberán quedarse entre tres y seis meses más en Santiago.
Lo anterior, para que pueda ser supervisada y que realice los chequeos pertinentes tras el trasplante, debido a la fibrosis poliquística hepato renal, varices esofágicos y la hipertensión portal que padecía.
Becerra explicó que la condición de salud de Estefanía es buena tras la operación por lo que su familia ya arrendó una casa en Santiago para afrontar el periodo que viene.
Tras la buena noticia, su madre, Paloma Vásquez señaló a través de las redes sociales: "Estefanía fue dada de alta. Pura felicidad. Gracias a todos quienes han estado entregando mensajes de apoyo y ánimo para ella y su familia, hoy es un día muy feliz".
TRASPLANTE
Estefanía sufre de fibrosis poliquística hepato-renal, con varices esofágicas e hipertensión portal, enfermedad que tiene desde los ocho meses de vida. Su caso era especial, porque necesitaba órganos adecuados a su peso y talla los que debían ser trasplantados de manera simultánea.
"Ella estuvo a la espera de un donante por cerca de diez años y recién ahora tuvimos un donante adecuado para ella. Primero realizamos el trasplante hepático que no presentó ningún inconveniente y posteriormente el trasplante renal, ambos se encuentran hasta el momento funcionando bien", dijo Gloria González, la médico una vez terminada la intervención de trasplante hecha hace tres semanas en el hospital Luis Calvo Mackenna.
El donante que benefició a Estefanía fue un hombre de 30 años, con un peso de 60 kilos, de quien se desconocen mayores antecedentes, pero que su decisión de ser donante fue respetada por su entorno familiar tras su muerte.