El crecimiento en la actividad productiva regional, medida a través del Indicador de Actividad Económica Regional (Inacer) de La Araucanía, indica que para el segundo trimestre del año en curso, abril-junio, mostró un crecimiento interanual del 1,9%, acumulando una expansión de 3,9% en el primer semestre de 2016.
La Región experimentó una fuerte caída en su crecimiento, mayor a lo esperado. Recordemos que el primer semestre del año anotó una expansión de 5,7% en el Inacer. Este frenazo económico muestra la brusca llegada de la desaceleración al contexto regional. La Región venía creciendo a tasas anuales superiores al 5% hace ya más de un año, pero finalmente el menor ritmo económico que vive el país llegó también a La Araucanía.
Si bien los principales indicadores sectoriales locales ya lo venían anticipando, la desaceleración fue más brusca de lo esperado.
Este segundo trimestre, el sector de servicios sociales, personales y comunales fue el que más aportó a empujar la expansión regional de 1,9%. Esto debido básicamente al aumento en la dotación de personal en la administración pública. También ayudó la mayor actividad en la salud privada de la Región; y la mayor matrícula en educación privada local. El segundo sector en incidencia positiva fue transporte y comunicaciones; donde destacaron los avances en mayor consumo de telefonía móvil, aumento del transporte interurbano, y mayor tránsito vehicular en peajes. El tercer sector en incidencia positiva fue el Comercio, restaurantes y hoteles; donde destacaron el aumento en ventas minoristas y automotrices, aumento en las pernoctaciones de nacionales y extranjeros, aunque las ventas mayoristas presentaron variación negativa.
En el otro extremo, el sector de mayor incidencia negativa para la Región este trimestre fue la Construcción; explicado por la contracción en la edificación no habitacional, también estuvo a la baja las obras de ingeniería. La industria fue el segundo sector en impacto negativo, disminuyendo principalmente su actividad en la industria de la madera, papel y cartón, así como en la elaboración de alimentos y lácteos. El sector silvoagropecuario también registró una baja, explicada por menor producción bovina, menor producción de troza pulpable.
Con todo, preocupa lo brusco de la caída en la actividad agregada regional este trimestre, lo que típicamente se traduce en mayores cifras de desempleo. Preocupa además que los principales motores de actividad y empleo regionales (Silvoagropecuario, Comercio, Industria) muestren debilitamiento en su actividad.
Patricio Ramírez, académico Facultad de Economía y Negocios U. Santo Tomás - Temuco