La conducción y el alcohol
Cuando se acercan las Fiestas Patrias es necesario insistir en los peligros que conlleva la conducción bajo los efectos del alcohol.
El 22 de marzo de 2015 será un día que cuatro familias de Pitrufquén jamás olvidarán. Ese día, un joven que guiaba una camioneta en estado de ebriedad, atropelló a dos personas que prestaban auxilio a un tercer individuo que previamente había sido arrollado por otro automóvil, en el puente sobre el río Toltén, en Pitrufquén. La tragedia, ocurrida a las 5.30 de la madrugada, acabó con los tres peatones fallecidos, tras ser impactados a alta velocidad, y el conductor del vehículo mayor, quien huyó del lugar, detenido y acusado de la tragedia, cuyo proceso finalizó hace un par de días luego que el Tribunal Oral de Temuco declarara una sentencia condenatoria por la muerte de las tres personas.
Se trata de una tragedia que tiene destrozadas a las tres familias a las que pertenecían las víctimas, y también a la del propio conductor, toda vez que arriesga una pena que podría llegar a los 11 años de cárcel.
De ahí que este caso debe ser un llamado de atención, especialmente cuando se acerca el mes de septiembre, donde se celebran las Fiestas Patrias, y el consumo de alcohol aumenta entre la población.
Se sabe que conducir un vehículo bajo los efectos del alcohol es un delito que está penado por la Ley, y más si el conductor ocasiona alguna tragedia que involucre a personas. Por ello no se entiende que aún sigan ocurriendo accidentes relacionados a la conducción en estado de ebriedad. O que Carabineros, en sus fiscalizaciones, siga detectando la presencia de personas que guían vehículos motorizados bajo los efectos del alcohol.
Es necesario que la población, y en especial los conductores, asuman la responsabilidad que les cabe al guiar un vehículo motorizado y entiendan que por ninguna circunstancia esta acción debe hacerse bajo los efectos del alcohol. La única forma de evitar tragedias que sigan acabando con la vida de personas y destrozando a familias completas es asumir estas obligaciones con responsabilidad, respetando, además la normativa vigente y anteponiendo ante todo el sentido común.