El excesivo consumo de bebidas alcohólicas sigue siendo un problema en la Región. Especialmente cuando este fenómeno se da en personas que conducen, lo que a pesar de estar estrictamente prohibido por la ley, sigue ocurriendo, y lo que es peor, provocando tragedias que enlutan a familias de La Araucanía. El caso más reciente es el registrado durante el fin de semana que pasó, donde una persona que guiaba su vehículo en estado de ebriedad impactó a alta energía a dos taxis en calle Porvenir, causando la muerte de una persona y dejando a otras seis con lesiones de diversa consideración.

Sin ir más lejos, los controles de Carabineros en el contexto de las fiscalizaciones realizadas durante las recientes Fiestas Patrias indican que este año el 82 por ciento de los conductores detenidos en la Región guiaba sus vehículos en estado de ebriedad, según datos aportados por Stefany Acuña, directora regional del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), quien agregó a esta magra estadística otro indicador entregado por la Organización Mundial de la Salud y que sostiene que en el país se ingieren 9,6 litros de alcohol por persona, lo que posiciona a Chile como la nación más consumidora de Latinoamérica.

Esta alarmante realidad debe ser un llamado de atención no sólo para las autoridades encargadas de elaborar y aplicar las políticas públicas tendientes a minimizar los efectos de este flagelo, sino también para las familias, que son los principales núcleos que deben velar por el desarrollo íntegro de quienes la integran, especialmente de los más pequeños, toda vez que se sabe que la edad de inicio en el consumo del alcohol es a los 13 años, una edad donde todavía el cerebro está en proceso de maduración y se ve afectado por este consumo temprano, generalmente incitado por el grupo de pares.

Por ello, y siguiendo las palabras de la autoridad del Senda, se hace necesario redoblar los esfuerzos para revertir estos números, los que deben enfocarse de forma multidireccional, de manera de realizar intervenciones que en el largo plazo generen efectos positivos, entre los que se hallan la intervención en los valores familiares, el reforzamiento en la atención para la prevención y también un cambio en los parámetros de las políticas públicas relativas a esta materia. Sólo de esta forma se podrá en el mediano plazo generar una real toma de conciencia entre quienes ingieren alcohol y realizan actividades vedadas donde ponen en riesgo su vida y la de los demás.

Hace 40 años | 8 de octubre 1976

Tragedia en Queule: doce desaparecidos

Doce personas, dos de ellas pescadores, se encuentran desaparecidas luego que naufragaran dos embarcaciones en las que viajaban frente a las caletas Mehuín y Queule debido a las fuertes marejadas y vientos reinantes en la zona. Cuatro de los desaparecidos todavía no han sido identificados.

Hace 10 años | 8 de octubre 2006

Vuelve el agua potable a la localidad de Radal

Los habitantes de Radal, comuna de Freire, inauguraron junto al seremi de Obras Públicas, Marco Antonio Vásquez, y a la alcaldesa Griselda Campos, las obras de reposición del sistema de agua potable rural de dicha localidad , el cual entrega este vital servicio a una población de 1.935 habitantes.

Hace 1 año | 8 de octubre 2015

Piden 1.900 vacunas ante alza de casos de A-H1N1

Departamentos de Salud de Pucón y Villarrica realizaron la solicitud para atender el aumento en la demanda. El seremi del ramo descartó que la zona lacustre esté frente a una epidemia del virus y aseguró que los contagios van a la baja. Directora de Salud puconina advirtió que sólo la mitad de la población se vacunó en el período que correspondía.

¿Por qué padres negarían vacunas dentro de un programa regular del Minsal a sus niñas? Un vocero esgrimía razones para tal negativa, las cuales no entendí en profundidad. Al parecer más allá de razones "científicamente" avaladas o no, hay algo en el fondo de dicha situación: desconfianza.

Pero siendo honestos, ¿cómo podría esperarse que la gente confíe en acciones de un Estado para "proteger" a la población, si el mismo Estado ha encubierto durante años la muerte de menores vulnerables?, osea, justamente a quienes nadie más que el Estado hipotéticamente podría proteger, han muerto. Por la presión pública la Presidenta, con un rictus de dolor poco creíble, aplica acciones que evidencian que las muertes de esos niños sólo cuentan como estadísticas.

¿Cómo creerle a un Estado que dice querer proteger la vida de niñas si avanza para aprobar leyes que ni siquiera darían oportunidad de vivir a otras niñas, en aras de la decisión de la mujer sobre su cuerpo?

¿Cómo creerle a un Estado que predica a favor de igualdad de oportunidades cuando vemos que privilegiados adeptos a la autoridad de turno se enriquecen y la mayor parte de la población sigue con sueldos miserables o pensiones indignas?

¿Cómo creerle a un Estado que dice no tener dinero pero inyecta sumas extraordinarias a planes "sociales" que sabemos aterrizarán en los bolsillos de "expertos" contratados como asesores de todo tipo?

¿Cómo creerle a un Estado cuya clase política gana millones pero mezquina aumentos salariales que no pasan de diez mil pesos mensuales?

Podríamos sumar a otros entes, como la iglesia por ejemplo. ¿Cómo podríamos creer en una entidad a la que se le confía acercar al hombre a Dios pero cuyos representantes abusan matando el alma de la confianza humana? La lista sería interminable por cierto.

Quisiera concluir con dos aspectos a tener en cuenta. Cuando la clase política pide a la ciudadanía tan livianamente reestablecer las confianzas, pero seguimos viendo que los intereses partidistas pesan más que los del país, es cuando el ciudadano común debe dar un giro de timón. Esto se hace en las urnas, pero seriamente sopesando hechos más que palabras. Además debemos considerar que nuestra situación no será cambiada por aquellos ideólogos para quienes el fin justifica los medios.

Los cristianos tenemos aquí una responsabilidad enorme, pues de manera consciente, honesta y responsable debemos ayudar a sacar a luz los verdaderos intereses de aquellos que quieren regir nuestra sociedad, no olvidando pese a ello que el ser humano no es confiable, y sólo Dios es digno de toda confianza.

Andrés Casanueva, pastor anglicano