"Yo prefiero que se elija un intendente, pero con facultades, porque al final vamos a engañar a la ciudadanía".
Andrés Jouannet — Ex intendente
"Uno aprende a vivir con esto, con todas las urgencias que eso implica".
Gianina Valenzuela — Paciente con enfermedad de Crohn
En los últimos días ha habido polémica ante la decisión de otorgar libertad condicional a ciertos reos que cumplen con los requisitos para tal fin, fundamentalmente argumentando que las sanciones -en algunos casos- pasan a ser mínimas al otorgarse este beneficio.
Es lo que ocurre en La Araucanía, donde la viuda del asesinado parcelero Héctor Gallardo Aillapán protesta por la libertad concedida a un condenado a 10 años y un día -en 2013- el que no habría contado con una conducta ejemplar al interior del penal tras golpear a un gendarme en 2015. Pese a ello aparece como "corregido y rehabilitado para la vida social". Más allá de este hecho, que puede considerarse anecdótico, lo real es que hay un buen número de reos que quedan en libertad, con un futuro incierto.
Las estadísticas indican que un porcentaje muy importante de quienes logran la libertad reincide en el delito, incluso el mismo día en que se ha abandonado el centro de reclusión. Estas decisiones, amparadas en la ley, esconden entonces una grave falla en las políticas de reinserción social. Ya sea por la voluntad del ex reo, que prefiere el dinero fácil, o ante la reticencia de los empleadores para ocupar a quienes estuvieron en la cárcel, el resultado de esta política no es muy halagüeño.
De ahí que resulte interesante lo que ocurre al interior de la Unidad Penal de Pitrufquén, donde una empresa de recauchaje de neumáticos mayores brinda empleo a cuatro reos, número que podría aumentar según el éxito de la industria. Junto con reunir algún dinero para sus familias se están reinsertando verdaderamente, aprendiendo un oficio que les puede abrir puertas una vez consigan la libertad. El adaptarse a un régimen laboral es el primer paso para ocupar de nuevo un lugar en la sociedad, lo que debería complementarse con la decisión de quienes otorgan empleos para brindarles una oportunidad a quienes verdaderamente han mostrado todo su interés por dar vuelta esa hoja negra de su vida.
Santa Rosa cuenta desde ayer con su propia Tenencia de Carabineros. Una aspiración que se arrastraba desde hace muchos años se convirtió en realidad cuando el alcalde Germán Becker entregó el moderno edificio en que funcionará la policía uniformada al prefecto, coronel Hugo Valenzuela. Los vecinos se mostraron felices.
Impacto nacional causó el terrible accidente ocurrido en las cercanías de Cañete, región del Biobío, donde un bus que transportaba a la banda del Regimiento Chacabuco se precipitó a las aguas del río Tucapel, cayendo desde la altura al fondo del caudal. Entre los sobrevivientes hubo un uniformado oriundo de Temuco.
La Teletón estuvo de fiesta ayer en Temuco, al recibir la primera piedra del proyecto de ampliación y mejoramiento del centro de rehabilitación local, ubicado a los pies del Cerro Ñielol.
Los trabajos empezaron el 30 de septiembre y se edificarán 1.074 nuevos metros cuadrados con una construcción de dos pisos.
Por estos días nuestra Araucanía se ha visto nuevamente sacudida por hechos de violencia irracional. Lo más grave es que ya no dicen relación únicamente con hechos que de por sí ya son muy graves, que afectan diversidad de bienes materiales, sino con objetivos en que la vida y la integridad de las personas. En efecto, debemos lamentar en la última semana dos atentados por parte de encapuchados, resultando un trabajador muerto, y otros cuatro heridos por armas de fuego. Se trata de hombres de condición humilde, que con mucho esfuerzo y sacrificio buscan honradamente obtener y llevar a casa el sustento necesario para sus familias, y de mujeres que mueren en manos de sus parejas. Ello sólo trae dolor, indignación, impotencia y clamor por justicia en una Araucanía demasiado probada, que suma víctimas a diario, ante la indiferencia de no pocos. Desde la ética y moral tanto cristiana como natural, podemos proclamar con toda convicción, que no existe causa, objetivo ni argumento alguno, que justifique atentar en forma deliberada e indiscriminada en contra de la vida de un ser humano, desde su concepción hasta su muerte natural. Nuestra condena es total.
Por este motivo, con motivo de la Jornada Mundial por la Paz, el Papa Francisco exclamaba, "deseo dirigir una encarecida exhortación a cuantos siembran violencia y muerte con las armas: Redescubran, en quien hoy consideran sólo un enemigo al que exterminar, a su hermano y no alcen su mano contra él. Renuncien a la vía de las armas y vayan al encuentro del otro con el diálogo, el perdón y la reconciliación para reconstruir a su alrededor la justicia, la confianza y la esperanza". En esta perspectiva, parece claro que en la vida de los pueblos los conflictos violentos constituyen siempre la deliberada negación de toda posible concordia, creando divisiones profundas y heridas lacerantes que requieren muchos años para cicatrizar.
No podemos dejar de constatar que los acuerdos políticos y jurídicos, aunque son necesarios y altamente deseables, no son suficientes por sí solos para proteger a la humanidad del riesgo de la violencia. Se necesita una conversión de los corazones que permita a cada uno reconocer en el otro un hermano del que preocuparse, con el que colaborar para construir una vida plena para todos. Éste es el espíritu que anima muchas iniciativas de la sociedad civil a favor de la paz, entre las que se encuentran las de las organizaciones religiosas. Esperamos que el empeño cotidiano de todos y de las autoridades, siga dando fruto y que se pueda lograr también la efectiva aplicación del derecho a la vida, la paz en la justicia, como Derechos Humanos fundamentales, pre-condición necesaria para el ejercicio de todos los otros derechos.
Héctor Vargas Bastidas obispo de Temuco