La búsqueda de un nuevo rol para el Estado y el afianzamiento de una gobernabilidad más práctica en América latina y el Caribe, han abierto las puertas a nuevas corrientes de reflexión sobre el papel que cumplen el Gobierno y la sociedad civil en los procesos de desarrollo. Existe un amplio consenso acerca de que tanto el crecimiento económico como la equidad social y la capacidad de competir en una economía abierta y globalizada exigen una buena gestión pública.
La interrogante es entonces ¿cómo podemos contribuir a la realización de una buena gestión pública? Será necesario recurrir a investigaciones y autores que han liderado el tema del Management y han aportado a través de las ciencias de la gestión a la reforma del Estado. Este proceso se ha apoyado en las ideas básicas provenientes de las ciencias de gestión, reagrupadas y readaptadas en el ámbito público bajo la denominación de New Public Management (NPM) o Nueva Gestión Pública.
En palabras simples el NPM busca, identificar y poner en práctica las herramientas del Management (Gestión) que han resultado exitosas en el sector privado.
Ahora bien, la interrogante es como formamos directivos públicos que desarrollen los aprendizajes que les conduzcan, de un estilo de gestión burocrático a transformarse en un gerente social.
El proceso de reforma del Estado ha transitado desde la Administración Burocrática que se describía como aquella administración pública tradicional que se basa en la responsabilidad de trabajo administrativo enfocado en el cumplimiento de lo legalmente asignado, es decir, el mandato. Acá el rol de los "administradores" consiste en implementar decisiones. Entendiendo que la noción de un trabajo administrativo limitado al cumplimiento de lo legalmente asignado era insuficiente frente a los desafíos de la Gerencia Pública se desembocó en una nueva concepción denominada New Public Management. El NPM basa su propuesta en el entendido de que la responsabilidad de la gerencia pública está ligada a la eficacia y eficiencia en su gestión, y no solo al cumplimiento de sus mandatos.
Nuestra obligación como directivos públicos es ir por más. Debemos avanzar hacia la creación de valor público. Los directivos públicos deberán transformarse en gerentes sociales creadores de valor público. Este es el enfoque que requiere La Araucanía. Es necesario tomar los mandatos como punto de partida y no como fines en sí mismo. El gerente social pondrá sus conocimientos y su caja de herramientas de la gerencia social al servicio de los ciudadanos y usuarios con el fin de no quedarse en lo que se le mandata, sino en la búsqueda de soluciones para los problemas ciudadanos y la creación de políticas públicas efectivas y de alto impacto regional.
La Araucanía necesita menos burócratas y más gerentes sociales. ¿Estás disponible?
Marco Antonio Vásquez, director regional tesorero, Región de La Araucanía