Enero aumentó
EN TEMUCO. Al considerar sólo el mes de enero de las últimas décadas se establece que el promedio de temperatura desde el 2008 es de 26,1°C, mientras que en el decenio anterior en el mismo periodo llegaba a 24,9°C. Considerando las máximas, el promedio incluso incrementa en 5,3°C. Según expertos, este fenómeno sería consecuencia del cambio climático e incidiría en la propagación de los incendios forestales.
En el último tiempo es común oír de voz de distintas personas -sobre todo de aquellas que superan los 30 años- que los veranos actuales son más intensos que en años anteriores. Una sensación térmica que es más acertada de lo que habitualmente se cree.
Esto porque, según datos del área de Climatología de la Dirección Meteorológica de Chile, en los últimos 10 años la temperatura promedio del mes de enero ha aumentado en 1,2°C en comparación con la década anterior en la ciudad de Temuco (de 24,9°C a 26,1°C).
Una diferencia que incluso se profundiza si se consideran las temperaturas más altas del mismo periodo, que en la década de 1998 a 2007 alcanzan un promedio de 29,1°C, bastante menor que en el último decenio (2008 a 2017), cuya temperatura máxima llega a 34,4°C en el mismo mes.
Se trata de una tendencia mundial que, según expertos, encuentra sus orígenes varias décadas atrás, cuando una incipiente Revolución Industrial cambió la forma de producir de entonces, generando con ello una serie de externalidades negativas que se fueron develando en el tiempo, como la contaminación.
"El uso del carbón, que es altamente contaminante, fue el inicio de lo que se conoce como cambio climático. Esto se traduce en un sostenido aumento de las temperaturas, de lo que actualmente hay indicios evidentes", destaca el académico y asesor científico del Par Explora Conicyt, Juan Carlos Ramírez.
Según añade el experto, el uso de petróleo no hizo más que dificultar este panorama, que en los últimos años ha provocado significativos aumentos de temperatura en distintos puntos geográficos del planeta.
En esto coincide el profesional de Meteorología, Boris Salinas, quien añade que "la historia indica que mientras nuestra contaminación aumente, no se optimicen los recursos y sigamos quemando combustibles fósiles también va a continuar el calentamiento global".
Este fenómeno no sólo provoca un incremento en las temperaturas -y el consecuente deshielo de los casquetes polares-, sino también la desertificación de muchas áreas y la resequedad de los suelos, que inciden fuertemente en la propagación de los incendios forestales que está viviendo gran parte de nuestro país.
Incendios
Respecto a lo anterior, Ramírez explica que "si bien el gran responsable de los incendios forestales es el humano, lo que hacen las altas temperaturas es que los tejidos vegetales estén muy secos y eso hace inevitable que se propaguen rápidamente los incendios".
El director regional de Conaf, David Jouannet, comparte esta mirada, señalando que "efectivamente podemos establecer una relación entre las condiciones meteorológicas extremas, marcadas por calor extremo, fuertes vientos y baja humedad y, la mayor ocurrencia de incendios forestales, un fenómeno que está instalado y frente al cual debemos adaptarnos".
La autoridad agrega que "la semana pasada, el país y también nuestra Región alcanzó temperaturas extremas, jamás registradas en la historia de la zona y si a esta variable agregamos el material combustible natural que tenemos (con suelos agrícolas con sementeras y, tras las cosechas, con desechos o rastrojos de cereales), el escenario puede ser altamente propicio para la ocurrencia de incendios".
Andrés Fuentes, académico del Departamento de Ciencias Forestales de la Universidad de La Frontera, asegura que, según lo pronosticado, se espera que al año 2100 las temperaturas suban entre 2 y 4 grados en la zona centro y sur del país.
"Esto supone que vamos a tener temporadas con alto calor, lo que provoca que la vegetación se seque y sea más inflamable. Las proyecciones de riesgo de incendio, por tanto, se vuelven cada vez más altas por el factor climático", detalla Salinas.
A esto agrega que la alta presencia de vegetación exótica, fundamentalmente pino y eucalipto, también contribuye a la propagación del fuego. En este sentido, el experto -que lidera un proyecto de investigación en China Muerta-destaca que, tras el incendio, lo más importante es volcar la atención en la restauración del paisaje con bosque nativo.
DÉFICIT HÍDRICO
El cambio climático también se ha hecho sentir en la disminución de las precipitaciones en zonas donde habitualmente predominaban las lluvias.
Según precisa Salinas, durante el 2016 el total de agua caída llegó a 815 milímetros en la Región, mientras que en un año normal la cifra supera los 1.157 milímetros. "Las condiciones climáticas se están trasladando desde el norte al sur, lo que está causando una reducción de las precipitaciones y un cambio en las condiciones agrícolas del país", precisa el profesional de la Dirección de Meteorología de Chile.
Sin embargo, Salinas añade que a la fecha ya han caído 26 milímetros en La Araucanía, lo que duplica el total del año pasado en el mismo periodo.
Además, afirma que las temperaturas se proyectan estables para los meses de febrero y marzo, en torno a los 25°C la máxima y 9°C la mínima.
Pese a que todo indica que inminentemente las temperaturas continuarían aumentando en el futuro, los expertos locales también concuerdan en que es necesario tomar algunas medidas para disminuir el impacto del cambio climático.
Juan Carlos Ramírez destaca que, en el caso de Chile, el principal camino es transitar a las energías renovables, incluso cuando se requiera de una mayor inversión.
"También es importante que a nivel de sociedad se fomente el reciclaje, el uso eficiente del agua y se fortalezca la educación ambiental de las nuevas generaciones", concluye el experto.