Lorenzo Lovera Seguel
Poco más de un mes ha pasado desde que la vivienda que habitaban Yini Paola Sandoval Reyes y sus tres hijos en el sector San Antonio de Temuco fuera arrasada por el fuego y terminara para siempre con la vida de sus cuatro moradores. Durante ese mismo tiempo, sus padres han suplicado justicia para su hija y sus nietos Daniel (2 años), Valentín (5) e Ignacio (10); justicia que cada día se ve más lejana.
El caso en un principio fue investigado por el delito de incendio. Horas más tarde, el Servicio Médico Legal de Temuco confirmó que la joven madre había sido asesinada de dos estocadas, cambiando el foco de la investigación.
El manto de impunidad que cae sobre el caso podría cambiar de acuerdo a lo planteado por la Fiscalía, ya que están a la espera de los resultados de un peritaje de ADN levantado desde el lugar de la tragedia.
Así lo explicó al menos el fiscal vocero de la entidad, Roberto Garrido, quien dijo a El Austral que "en cuanto a peritajes, se encuentran pendientes informes de ADN que se solicitaron a muestras biológicas que fueron levantadas en las cercanías del lugar donde fue hallada la víctima".
Garrido indicó que además se está a la espera de los peritajes a los teléfonos de las víctimas. "Se está tratando de ubicar con quiénes tuvo contacto regularmente y si hay algún antecedente que pudiera dar una explicación en torno a lo que ocurrió", explicó el persecutor.
Familia
Cansados pero a la vez confiados en que los investigadores puedan aclarar el caso están los familiares directos de Yini y sus pequeños. En concreto, sus padres, Sebastián Sandoval y Alda Reyes, quienes no ocultaron su deseo porque pronto se haga justicia.
"Esto ha sido tremendo, jamás esperamos que íbamos a estar en estas condiciones. Por eso, lo único que queremos es que la policía nos diga qué pasó con nuestra hija y nietos. El dolor es demasiado grande aún", explicó su padre, Sebastián Sandoval.
Su madre, Alda Reyes, tampoco entiende qué ocurrió. Eso sí, por cómo era su hija cree que en el crimen participó más de una persona.
"Yo no entiendo lo que pasó. Ella no le hacía daño a nadie, además ella siempre se supo defender, tuvo que haber sido más de uno, pero no sé quién le pudo haber hecho eso tan malo. Quizás su ingenuidad le pasó la cuenta, ella no desconfiaba de nadie", dijo la mujer.
Las palabras de Reyes no son al azar, ya que ella fue una de las últimas personas que tuvo contacto con Yini horas antes del crimen. Según ella, esa conversación fue vía WhatsApp, en donde le mandó algunas fotos a su hija, y ésta junto con alegrarse, le dijo que todo estaba bien.
"La Yini siempre me decía que estaba bien. Si ella estaba bien, yo estaba bien. Esa noche le mandé unas fotos y me dijo que estaba bien", acotó la madre de la víctima.
Ese estado de bienestar según Alda Reyes, tenía una explicación en particular: hace tres años que había encontrado al amor de su vida con quien incluso tenía planes de matrimonio.
"Tenían muy bonitos planes; él se iba a la Escuela de Formación de Carabineros por ella", explicó.
Pdi
Desde la Brigada de Homicidios de la PDI, a cargo de la investigación, explicaron que de momento, se encuentran trabajando en varias líneas investigativas aunque hasta la fecha no tienen la certeza absoluta de quién o quiénes pudieron cometer el ilícito.
"Aún no hay resultados, eso sí, tenemos varias líneas de investigación y hay pericias que se están realizando", comentó el comisario Rodrigo Pizarro.
Consultado Pizarro por si en la actualidad tienen alguna persona como sospechosa del cuádruple homicidio, éste indicó que "sospechosos siempre van a haber, pero estamos en proceso de depuración de la información para saber si es que efectivamente estas personas calzan o no con alguna incidencia en el resultado del hecho", explicó el comisario.