Juan Carlos Poblete G.
Era primera vez que subiría a un avión, así que estaba nervioso. Su mamá cuenta que de camino al aeropuerto iba contento porque viviría la sensación del despegue y vería las ciudades desde el cielo. Antes de subir a la aeronave, recibió hasta un "diploma" de la empresa Latam que, a modo de recuerdo, anuncia "Hoy me subí a un avión por primera vez!", señalando que volaría a Santiago, en compañía de su madre, con fecha 31 de enero. El destino final era Río de Janeiro, en Brasil, donde pasarían cinco días de vacaciones. Pero Benjamín y su mamá lo que menos quieren es recordar su última experiencia en un aeropuerto, porque por un aviso de bomba se atrasó, provocando que ambos perdieran la combinación de un vuelo de la aerolínea Gol que los llevaría desde Santiago hasta el país carioca.
Las vacaciones de Mónica Pacheco (44) y su hijo Benjamín Días (14) se derrumbaron este martes. Los dos debieron evacuar el vuelo Latam-236 luego que un pasajero de 16 años le indicara a una azafata que llevaba una bomba en su mochila, en momentos en que los 191 pasajeros ya estaban embarcados y la aeronave lista para despegar. "Al chico lo vi comiendo en un restaurante en el aeropuerto antes de subir. Andaba con un grupito de niños de unos 14 - 17 años y jamás se vio un adulto con ellos", cuenta Mónica sobre el joven que quedó en libertad pero "sujeto a la vigilancia de su madre" como medida cautelar tras ser formalizado por el delito de "alarma pública".
El atraso
Mónica y su hijo salieron desde su casa en el sector Fundo El Carmen de Temuco a las 16.30 horas del martes. "Mujer precavida vale por dos", dice. "Como el vuelo era a las 19.30, nos fuimos con un tiempo prudente de anticipación para que Benjamín conociera cómo funcionaba el aeropuerto, porque él sólo lo había visto desde afuera. Se iba hasta riendo de nervioso", rememora.
"Pasaron unos cinco o siete minutos y el capitán dice que por nuestra seguridad debíamos descender, ya que había una contingencia. Iba mucha gente mayor de edad y niños. Todos bajamos de manera ordenada", relata. "Nadie informaba sobre los motivos, se nos dijo que el protocolo iba a demorar una hora, a lo que yo inmediatamente le manifesté al personal de Latam que no debía perder mi vuelo, que era un viaje internacional y que tenía que estar tres horas antes de la hora de salida, pero ellos nos dijeron que no nos preocupáramos, que estaban llamando a las demás aerolíneas y que en Santiago nos esperaría un funcionario de la empresa que nos ayudaría. Pero finalmente, nada de eso pasó", denuncia Mónica.
Los 191 pasajeros debieron ser evacuados hasta la llegada del Gope de Carabineros, que descartaron la presencia de todo tipo de artefacto sospechoso. Sin embargo, el vuelo finalmente despegó a las 23.45, llegando a Santiago fuera del plazo donde podían abordar el avión, por lo que finalmente perdieron el vuelo de Gol.
Vacaciones arruinadas
"Llevábamos un año planeando las vacaciones. Estaba todo bien planificado, incluyendo tiempos de espera", lamenta Mónica.
La mujer relata que su hijo Benjamín estaba tan entusiasmado con viajar que durante todo el año pasado juntó dinero para ayudar a costear el viaje, guardando hasta las mesadas, para traer regalos para su papá, para su hermanita Victoria (9) y su hermano Matías (21). "Llegó a juntar 150 mil pesos", asegura.
Mónica dice que "la empresa no se hizo responsable por nosotros, no nos pagaron ni un hotel por la noche, ni nos ofrecieron ni un café. Nos dejaron botados como perros", alega. "Mi hijo es mi partner, va conmigo a todas partes. Eso es lo que me da pena", dice.
Mónica afirma que hay otras tres personas que perdieron el mismo vuelo de la aerolínea Gol a Río de Janeiro, por lo que demandarán a la empresa por lo que ella considera "un lavado de manos" de Latam.