En lo que va de este 2017 en la Región de La Araucanía se han registrado tres contagios por virus hanta. Lamentablemente dos de los afectados murieron -un agricultor de 26 años domiciliado en Teodoro Schmidt, que falleció el pasado viernes en el Hospital Hernán Henríquez; y un hombre de 54 años, domiciliado en Victoria, que perdió la batalla contra la enfermedad el 31 de enero-, y un tercero se recupera satisfactoriamente en el principal centro asistencial de la Región.

La presencia de contagios de este virus ya es una constante en la Región. De hecho en 2015 se reportaron 9 casos, y durante el año pasado fueron siete las personas que contrajeron la patología, que es transmitida al ser humano a través de los fluidos del denominado ratón de cola larga (Olygoryzomis longicaudatus), especie que vive en zonas rurales, que es justamente el área donde se producen los contagios al no adoptar el ser humano las medidas recomendadas por la autoridad sanitaria, y que dicen relación con evitar el contacto con los roedores, cubrirse con mascarillas cuando se ingresa a un recinto cerrado, y ventilarlo; caminar sólo por senderos habilitados, no introducirse en los matorrales, especialmente la quila, que es el hábitat natural del roedor; mantener contenedores de basura tapados, y cubrir cualquier espacio donde pueda introducirse un roedor a las viviendas en las zonas rurales.

Evitar más contagios de esta enfermedad es una tarea en la que todos deben involucrarse. Las autoridades de Salud, con sus campañas de prevención y trabajando en mejorar los tratamientos para enfrentar el hantavirus; y en especial la población de más alto riesgo, que es aquella que reside en sectores rurales o bien los turistas que acceden a estos sectores durante sus vacaciones.

Adoptar las medidas recomendadas por la autoridad de Salud es simple y a la vez de vital importancia para evitar ser víctima de este virus. El hanta se puede controlar, sólo hay que asumir esta tarea con compromiso y responsabilidad.

En estado grave se encuentra un menor de 8 años que fue atacado por un puma de un circo en la localidad de Mininco en Malleco. El hecho ocurrió cuando el pequeño se acercó al animal que estaba amarrado con una cadena, instante en que fue atacado ferozmente por el felino, causándole lesiones graves.

Uno de los grandes desafíos que tenían los habitantes del sector El Lingue, de la comuna de Purén, era cómo se podían mejorar las dependencias en que se encuentra emplazada la posta. Se trata de un recinto asistencial que atiende a cerca de 40 personas diarias, por lo que estas obras se necesitan de manera urgente.

En los últimos cuatro años, son ocho los atentados incendiarios que se adjudicó la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) con comunicados públicos por acciones de sabotajes contra las forestales, el capitalismo y que según esgrimen, son parte de un plan político y de resistencia en pro de las reivindicaciones mapuche.

Si en febrero de 2010, a las horas de haber constatado la catástrofe a la cual nos enfrentábamos y en lugar de anunciar que habría desabastecimiento, hubiesen salido "los milicos" a la calle, otro gallo habría cantado. No hubiésemos visto los saqueos, robos e incluso el desgobierno que presenciamos todos. Supermercados en llamas, gente con televisores a cuestas (robados) e incluso, un alcalde PPD pidiendo a llantos, que la Presidenta Bachelet y el entonces ministro Vidal sacaran a los militares a la calle; al cual además pide "ponerse los pantalones".

Y las tragedias se vuelven a repetir y nuevamente, las fuerzas armadas son dejadas en sus regimientos y cuarteles hasta que ya es tarde. ¿Es tanto el miedo que le dejó el 73 a nuestras autoridades o tan grande el temor hacia los militares? Contradictorio, ya que la segunda labor política que nuestra Presidenta escogió, fue el cargo más cercano a las fuerzas armadas: ministra de Defensa y por lo tanto, más cercana aún su relación con los uniformados. Raro además, si cada vez que salen a la calle traen orden y la gente lo agradece. Así pasó en Concepción días después del 27/F, así es en cada incendio forestal o emergencia al que son llamados y así ocurre hoy en La Araucanía. ¿O no es raro que desde que están patrullando, no se haya quemado ninguna iglesia más? y no es que diga que no seguirá pasando, pero es indudable que el respeto, orden y autoridad que trasmite el Ejército, no se discute. Por algo son las fuerzas "armadas".

Y si es así, ¿por qué nuestro Gobierno demoró tanto en traerlos a La Araucanía?, donde miles de familias de escasos recursos viven con miedo todos los días y así se acuestan también cada noche. Miedo a que los asalten, a que les quemen, a que los maten; personas que como no tienen los recursos, simplemente viven resignadas a dormir con temor en la misma región donde los que más tienen, sólo vienen de vacaciones. ¿No será que el miedo del gobierno es otro?, ¿que el verdadero terror que les eriza los pelos de la espalda sea que la gente vuelva a querer a las fuerzas armadas?

Ya han pasado más de 40 años y ni yo, ni muchos de quienes hoy votamos, tuvimos nada que ver con el gobierno de Allende, la unidad popular o con lo que nos llevó al golpe de Estado. Es más, ni siquiera nacíamos, como para seguir viviendo hoy, en un país aún dividido por el odio que en ese tiempo se engendró. Es lamentable todo lo que pasó y nunca más debiera repetirse. Las violaciones a los Derechos Humanos (de ambos lados), las tomas y el sufrimiento. Pero eso ya pasó y hoy, nuestras fuerzas armadas, formadas por miles de hermanos chilenos, debieran ser bienvenidas.

Ricardo Barría Dillems, ingeniero comercial y Mg. en Comunicación