El jefe regional de la Policía de Investigaciones de La Araucanía, prefecto inspector José Luis López, está empecinado no sólo en convertir al nuevo cuartel en el más moderno del país, sino también en poner intensidad y profesionalismo en el trabajo policial.
Desde su nueva casa, el portentoso edificio levantado en calle Prat con Caupolicán, habla del caso Luchsinger Mackay, de los cambios realizados tras las indagaciones por la muerte de Erica Hagan y de los desafíos.
-¿Cómo encontró a la Policía de Investigaciones de La Araucanía cuando asumió la jefatura regional?
-Con una policía trabajando para la comunidad. Cada jefe regional impone y trata de generar desarrollos institucionales conforme a su expertiz. El foco que he querido darle tiene que ver con lo que yo manejo de mejor manera: la investigación policial, la criminalística y la metodología de trabajo. A partir de eso hemos tratado de generar cambios que han traído resultados sobre cómo queremos que la comunidad de La Araucanía conozca a la PDI. Más allá de los discursos y una declaración de intenciones, la gente quiere resultados sobre nuestras investigaciones.
-¿Cómo evalúa el desempeño de la Policía bajo su mando?
-Hemos elevado los niveles investigativos notoriamente, consiguiendo resultados importantes como la desarticulación de redes del narcotráfico. Hemos fortalecido el control en los cuatro puntos migratorios de la Región, en los que no hemos tenido mayores dificultades, hemos resuelto el 100% de los casos homicidios y hemos tenido resultados óptimos, así que estoy absolutamente conforme con el pie en que estamos, siempre con la ambición de mejorar.
-¿Cómo les aporta en la función cotidiana el contar con un cuartel tan moderno como el que está pronto a inaugurarse?
-Es una joya de edificio que nos dignifica como personas, como funcionarios, nos da un espacio que nos alberga y nos permite trabajar en términos bastante más cómodos y bastante más dignos. Esto también se traspasa a quienes son nuestros usuarios, tanto víctimas como imputados. He sido majadero en eso respecto al personal que hoy comando, respecto a que la única posibilidad que tenemos de pagar este edificio es con trabajo y con resultados, porque a la gente no le interesa que tengamos buenas intenciones.
-Usted llegó desde fuera de la Región a asumir el mando de la PDI en La Araucanía. ¿Cómo observa el fenómeno de violencia rural que acontece en esta zona?
-Tomamos el desafío de hacernos cargos en los procesos de investigación de estos casos. Inicialmente se crearon fuerzas de tarea que luego se transformaron en la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe), de dedicación exclusiva para estos casos, con un número importante de investigadores con experiencia en el combate de organizaciones populares que han desarrollado actividades violentas en Chile. Esperamos que esto nos sirva para ser parte de la solución de un conflicto que es eminentemente delincuencial.
-¿No es terrorismo?
-La tipificación del delito no concierne a los policías. Nosotros juntamos elementos de prueba y a partir de eso, quien tipifica qué herramienta legal o qué norma en específico se ocupará para presentar ante un tribunal, no somos nosotros. Son los fiscales quienes tipifican delitos, nosotros los investigamos. Si un delito tiene o no tiene una connotación como la que me preguntas, nosotros no somos quienes debemos dar la respuesta, es en definitiva el fiscal, con la ayuda de nosotros, quien logra establecer si el fenómeno se enmarca dentro de una Ley de Conductas Terroristas. Nosotros investigamos delitos de diferente naturaleza, desde el punto de vista del daño y del ente jurídico que afecta. La PDI persigue delitos, no pensamientos, porque una de las cosas que aprendimos fue que perseguir pensamientos generó una herida muy grande en este país. Por lo tanto perseguimos delitos y no por qué la gente actúa de una u otra manera.
-¿Cómo es el desafío para trabajar en conjunto con la Fiscalía?
-Trabajamos de la mano, tenemos las mejores relaciones. Creemos haber logrado resultados de la mejor calidad, aunque siempre tenemos un margen de error, porque somos humanos. Todas las instituciones están construidas seres humanos que tenemos la posibilidad de equivocarnos. Tratamos que nuestros procedimientos sean los más ajustados a derecho con los mejores resultados, aunque no siempre lo logremos.
-¿Cómo en el caso Hagan?
-Eso tuvo que ver con un error en una parte del proceso investigativo que determinó que no se generara una condena. En ese caso cometimos un error, lo asumimos. El error que cometimos lo solucionamos, haciendo una readecuación de la Brigada de Homicidios, cambiando el jefe de esa sección. Hoy podemos decir que tenemos un 100% de efectividad en la resolución de los casos de homicidios. Frente a eso, creo que los resultados han sido positivos.
-Y sobre el caso Luchsinger, cuya investigación está por cerrarse, ¿quedan diligencias por realizar?
-Esa investigación es nuestra y de largo aliento. Sobre ese caso nosotros teníamos un desafío mayor, porque nosotros somos la Policía que investiga y estaba sobre nosotros la responsabilidad de resolver la deleznable muerte de este par de ancianos que fue quemado en su casa. Durante gran tiempo la gente exigía respuestas sobre ese caso, logrando la detención de 11 personas. Quiero que la gente sepa que nunca descansamos por tratar de aclarar cada caso. Hoy tenemos pruebas para imputar a once, aunque entendemos que puede que haya más gente involucrada, pero el proceso investigativo a veces no logra el 100% del resultado. La investigación policial es reconstruir un tiempo en el que nosotros no estuvimos presentes, por lo que siempre hay un espacio que no logramos reconstruir y eso significa no llegar a toda la gente involucrada. Pero queremos tener y tenemos la tranquilidad de que nosotros siempre hacemos el mayor de los esfuerzos para resolver cada hecho.
Profesionales llegan a Ercilla para levantar iglesia quemada
Estuvieron en la vecina comuna de Ercilla, profesionales de comunas del sector Oriente del Área Metropolitana, quienes llegaron con el propósito de iniciar el levantamiento de un plano que permita en un futuro mediano la reconstrucción del templo San Judas Tadeo, siniestrado pocos días antes de navidad de 2016.
La presencia de estos profesionales y técnicos se gestó hace ya algunas semanas cuando el jefe comunal José Vilugrón Martínez, estuvo en Santiago.