El ex boxeador rentado, oriundo de Curarrehue, Joel Mayo (9 de mayo de 1972) sigue con su impronta de boxeador y extrovertido conversador en una de sus muchas visitas a su Región de origen, desde Tirol, Austria, país europeo que lo acogió cuando vivía sus últimos pasos como púgil profesional y, ahora, como jefe de seguridad en una industria local.
Quien fuera campeón de Chile en 59, 61, 66 y 69 kilos no olvida las "muchas peleas en Temuco, sobre todo amateur. Ahí era campeón regional en los años '86 y '87". Además de estar en Austria, a pesar de ser de Curarrehue, su casa ubicada en Pucón lo recibe cuando los afectos lo llaman a su terruño.
- ¿Mucha nostalgia cuando visitas tu zona de origen?
- Sí, pero pasa que tú no sabes si perteneces a Chile o Austria, porque estoy 7 meses en Europa y 5 acá, u 8 allá y 4 acá. Al final, echas mucho de menos; aunque allá es bien parecido en cuanto a las estaciones y en invierno está la nieve y Los Alpes, así es que es como bien parecido.
- ¿Estás enseñando boxeo competitivo?
- No, pero este verano estuve entrenando a dos chicos, hijos de un amigo que fue uno de mis auspiciadores durante muchos años, de los Supermercados Eltit de Villarrica y Pucón. Por eso yo estoy muy agradecido de ellos, porque nunca hubo un pero a la ayuda que yo les pedía, con cifras grandes. Jamás fue rechazada una carta mía. Ahora, Martín y José, de 14 años, están boxeando, pero a Martín lo estoy convenciendo para que el próximo año pueda boxear más serio, a nivel amateur.
- ¿Los ves con opciones?
- Sí, porque son súper buenos. José es más grande y Martín es más fino, pero más activo.
Boxeo regional
- En el boxeo rentado local, ¿Cristián "Tigre" Palma está manteniendo a flote la actividad, no?
- Sí, pues. Además tiene a un buen entrenador, que es Roberto Castro. Son gente que le hace bien al boxeo porque son gente que no anda pelando acá y allá. Todos tienen que remar para el mismo lado.
- ¿Y qué te parece que haya habido dos peleas en el Casino Dreams?
- Bien. Imagínate. Eso era lo que le hacía falta a estos sectores. Yo estuve a punto de hacer una pelea, hace muchos años, en el Casino de Pucón y no me acuerdo por qué no resultó. Estuve apunto de pelear ahí, cuando yo hacía peleas en Casa de Piedra de Santiago.
- ¿Y a pesar de eso no te has vinculado con el boxeo rentado en Austria?
- Es que como que paró un poco, porque después que falleció mi jefe paró la actividad porque él era fanático y organizaba las veladas. Ahí conocí a campeones del mundo y eran normales. No como acá que alguien gana una pelea y se creen artistas. Allá son campeones del mundo y son normales.
- ¿Cómo ves a la distancia la actividad regional del boxeo?
- Les falta más apoyo. Lo del Casino es histórico y muy bueno. Ahora, este fin de semana pretendo estar en la pelea de José Sánchez en el Club México (Santiago), que sigue gracias a Luis Valenzuela. Él estaba en el boxeo amateur y por allá en los '90 me tocó con el mejor boxeador. Llegué yo con unas zapatillas que se me rompían casi. Se llamaba Enrique Correa, campeón sudamericano y seleccionado. Yo venía todo bajoneado y en la esquina venía Luis Valenzuela preguntándome por qué. 'Es que siempre nos quieren joder, tirándonos con estos boxeadores', le dije yo. Él me dice 'mira, él tiene dos manos, dos ojos, una nariz, una boca, dos piernas...' Y yo me miré y... ¡yo tengo lo mismo! Después le gané por nocaut y desaparec ió el seleccionado.
- ¿Tienes como objetivo formar una escuela acá?
- Es que hay que ser responsable en el boxeo. Me gustaría dejar una escuela, pero tendría que quedarse a cargo alguien muy responsable, porque yo allá gano lo que no podría ganar acá. Tengo una casa en Pucón, con una historia familiar potente que en un libro voy a contar pronto. Lo voy a escribir con un antiguo periodista, Carlos Brito. Tengo un montón de implementos en la casa y pronto estaremos dando jugo (risas).
- O sea, ¿te veremos más seguido?
- Sí, poh, me verán más seguido por acá. Quiero hacer boxeo, como promotor, me gusta, es algo atrayente, me veo como promotor, pero también como formador.
"(Cristián Palma) tiene un buen entrenador, que es Roberto Castro. Son gente que le hace bien al boxeo porque son gente que no anda pelando"."
Una vida en Austria
A decir del ex púgil Joel Mayo, pronto a cumplir 45 años de edad, la actividad boxeril es bien considerada en el Estado que él vive, Tirol, Austria. "Allá el boxeo es de elite y todos te admiran. Yo tengo un muy buen contacto con la policía y con todos en general, porque soy jefe de seguridad en la empresa que trabajo (Área 47), es una empresa grande. La ciudad es como todo Pucón, pero sin casino", comenta de su vida en Europa el de Curarrehue.