Carta a los carabineros
El actuar delictual de unos exintegrantes de Carabineros de Chile ha causado dolor, rabia y vergüenza a todos los carabineros, incluyendo a aquellos, que en alguna etapa de sus vidas, prestaron servicios en la noble institución y que por convicción siempre serán carabineros.
El hecho sin duda es condenable, reprochable y merece la aplicación de la máxima sanción que faculta el Estado de Chile.
Estos delincuentes (calificación dada por el propio Sr. general director) no sólo se apropiaron de recursos económicos de Carabineros, también son artífices de dolor, rabia y vergüenza de miles de carabineros que, fieles a sus principios, entregan diariamente sus servicios a la comunidad. Es doloroso observar cómo un puñado de delincuentes ha sido capaz de traicionar los valores más sustanciales para un carabinero: honradez y lealtad. Doloroso, pues estos valores, precisamente, nos han permitido ganar la confianza de la comunidad y transmitir desasosiego a los delincuentes. Han sido desleales con todo un país, pero en especial con los carabineros del ayer y los de hoy, y más aún, con los carabineros que han entregado sus vidas en defensa de estos valores, ¡nuestros héroes!
Estimados carabineros: en este escenario difícil, adverso y hostil, es necesario que surja con más fuerza y convicción lo que posee cada uno de Uds., su doctrina y la entrega integral a su misión. Éstas son las armas que han permitido a Carabineros de Chile, durante 90 años, ser una institución permanente del Estado y requerida a diario por la comunidad. No decaigan ni se intimiden ante los ataques mal intencionados y generalizados. A los carabineros que hoy patrullan las calles, campos y fronteras de nuestro país, háganlo con orgullo. Vuestra entrega es irremplazable para lograr la convivencia, seguridad y desarrollo de nuestro país. Hoy es momento de sacar la fortaleza que los caracteriza.
Sr. general director, tengo la certeza que no son momentos serenos los que le ha tocado vivir. También tengo la seguridad que dirigir una institución de la que se hace cargo y habita las 24 horas del día, con las permanentes demandas, expresiones y explosiones sociales, no es un privilegio ni franquicia, sino una gran responsabilidad entregada por mandato supremo. Sin duda Sr. general, que en las actuales circunstancias, es más cómodo y fácil abandonar, pero, por formación y convicción, tengo la seguridad que no abandonará sus obligaciones y responsabilidades. Tiene un compromiso con sus carabineros; esos que están dispuestos a dar su vida por cumplir con su deber, como esos 2 héroes, cuyos cadáveres Ud. rescató del fuego en Constitución.
Estimados y admirados carabineros, sigan cumpliendo con su deber: Orden y Patria. Con la frente en alto y con orgullo de ser carabineros. Chile los necesita.
Respetado Sr. general director, gracias por su solidez y convicción, esto permitirá transmitir calma y estabilidad para superar estos tiempos difíciles y, como siempre, nos llevará a enaltecer más aún nuestra querida institución.
Cristian Llévenes Rebolledo, Gral. (r) de Carabineros
Efectividad del Supertanker
Que la efectividad del Supertanker sea tema país, habla de un Chile poco solidario, mal agradecido, politizado y absolutamente polarizado. Juan Pablo Swett, presidente Multigremial Nacional
Niños de Temucuicui
Leo siempre las cartas que publica El Austral, y me sorprende que hoy jueves, nadie haya hecho referencia alguna a lo ocurrido en la comunidad Temucuicui.
¿Dónde está la empatía? Si fueran niños de un jardín en Temuco la respuesta sería muy distinta, pero como se trata de niños mapuches nadie alega, nadie dice nada, todos guardan silencio.
En esta Región convivimos chilenos y mapuches, no todos somos chilenos como afirmó Sebastián Piñera por televisión, muchos mapuches no se consideran parte de nuestra nación y eso hay que aceptarlo. ¿Cómo se espera que niños que son violentados a diario por parte de Fuerzas Especiales de Carabineros, que ven cómo se violenta a su padre, a su madre, crezcan sin odio al Estado?
Lacrimógenas en una escuela, camiones blindados, entran abruptamente en su comunidad, en su espacio, en su intimidad, ¿Qué tipo de reacción esperan de esos niños cuando crezcan?
Muchos estamos hartos de la violencia, la violencia es mala desde el lado que venga, y hay actos indefendibles que no tienen que ver con la raza de la persona, pero sí nos toca reconocer que mapuches siempre han sido reprimidos, les quitaron sus tierras, se les quitó su lengua, durante la dictadura se les quitó su condición de indígenas, se les discrimina solo por el hecho de ser mapuches, y para colmo entran y agreden a sus niños.
Más empatía por favor, que hace mucha falta en esta Región.
María Fernanda Araneda