La crónica policial constantemente está reportando en diversos sectores de La Araucanía accidentes originados tanto en el manejo descuidado como en las condiciones de las carreteras a causa de fenómenos climáticos -lluvias o heladas-, de las cuales muchos conductores hacen caso omiso.

Acaba de comenzar el invierno y los pronósticos meteorológicos anuncian que este trimestre que viene será más helado que el otoñal, dato del cual se desprende que las rutas serán más peligrosas que en los meses recién pasados. Conclusión, lluvias mezcladas con heladas más frecuentes, propiciando condiciones muy negativas en cuanto la seguridad vial y que los conductores deben tomar muy en cuenta para su propia seguridad, la de quienes les acompañan y de otras personas que utilizan las vías.

Sin embargo, ni la lluvia ni las carreteras resbalosas por el hielo parecen arredrar a un porcentaje sustantivo de los conductores al arriesgar muchas vidas circulando a la misma velocidad de cuando existe normalidad, lo que termina, en ocasiones, con choques frontales o volcamientos.

Según la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, entre las principales dificultades a que se puede encontrar un conductor figuran las condiciones climáticas adversas y la fatiga física y mental. Sólo el primer factor ya es razón suficiente para conducir muy atento a las alternativas viales y un buen consejo es disminuir la velocidad en zonas de riesgo y adoptar las precauciones que las autoridades pertinentes siempre promueven.

En nuestra sociedad hace falta, imperiosamente, una nueva cultura de la conducción. Un buen porcentaje de los conductores conocen estos antecedentes, pero deciden, por razones de una extraviada idiosincrasia, desobedecer conceptos que pueden salvar su vida y de su familia. Hace falta un trabajo muy exhaustivo desde los establecimientos educacionales y, mientras ello surte efecto, un control preventivo más eficaz de los controles carreteros.

Respecto del inicio de la franja electoral para estas primarias, una cuestión relevante es el hecho de que la Nueva Mayoría se haya restado, algo que le podría pasar la cuenta ante la ciudadanía, tanto por perder un espacio importante para mostrarse, como por aparecer con un dejo de soberbia y envuelta en disputas internas. Ahora bien, respecto de las dos coaliciones que decidieron hacer este ejercicio, Chile Vamos y el Frente Amplio, queda claro que son posturas distintas, visiones de la sociedad contrapuestas.

Los candidatos de Chile Vamos, apelan a la política en su dimensión clásica y tecnocrática, apoyados en la lógica partidista. Sebastián Piñera, pone énfasis, y le saca punta, a su experiencia como Presidente. Manuel José Ossandón, intenta, constantemente, dejar en evidencia que él está alejado del corrupto mundo de la política y que, básicamente, tiene ganas, empuje y corazón para ser Presidente. Felipe Kast, por su parte, creo que tiene claro que Sebastián Piñera será el elegido y que su postulación, en esta ocasión, servirá para ganar experiencia para una siguiente oportunidad.

Respecto del Frente Amplio, no me quedan claras la diferencias entre los candidatos, su tiempo lo ocupan en darse a conocer y presentar un programa político salido, en su mayoría, de las demandas de la calle. El problema, desde mi perspectiva, es que al no evidenciar diferencias, ¿qué ganan o pierden los electores votando por uno o por otro? ¿o da lo mismo quien salga elegido? Hoy, el discurso de Sánchez y Mayol se hace audible para un segmento de corte intelectual, usuarios de redes sociales, universitarios etc. Lo cual supone un problema, en el sentido de que, este segmento, si bien es el que más se moviliza, no es el mayoritario.

Las primarias son un buen ejercicio, pero no son la panacea ni la respuesta a la crisis de representación y la falta de participación política. Respecto de esto último, creo que, a partir de la cantidad de ciudadanos que se decidan a votar el 2 de julio, habría que evaluar si es necesario seguir invirtiendo recursos públicos en este ejercicio.

Roberto Mardones director de Ciencia Política, UCT