A un año de la Ley de Etiquetado ya se han cursado 21 sumarios
EN LA ARAUCANÍA. Según el Minsal, un 68% de la población ha modificado la elección de sus alimentos a partir de los nuevos rotulados.
A un año de la implementación de la célebre Ley de Etiquetado, en La Araucanía se ha cursado un total de 21 sumarios sanitarios, once de ellos a supermercados mayoritariamente por expendio de alimentos y otros 10 a escuelas por contar con kioscos no formalizados.
Así lo dio a conocer el seremi de Salud, Carlos González, en el primer aniversario de la Ley Sobre Composición Nutricional de los Alimentos y su Publicidad, que entró en vigencia el 27 de junio de 2016 con el objetivo de incorporar un marco regulatorio que permite entregar información más clara y comprensible al consumidor por medio del sello de advertencia "Alto en", que indica que ese alimento está adicionado en sodio, grasas saturadas, calorías o azúcares, y que supera los límites establecidos por el Minsal para esos nutrientes.
Evaluación
A juicio de la autoridad sanitaria, la evaluación de este primer año es positiva debido a que "los niños en nuestros colegios no están comprando comida chatarra ni que tenga sellos".
Esto, porque la normativa dispone que los kioscos al interior del establecimiento no pueden vender alimentos con los sellos "Alto en", lo que en muchos casos ha permitido modificarlos a unos más saludables.
Precisamente, es lo que ha ocurrido en la capital de La Araucanía donde muchos colegios debieron prescindir de sus kioscos o transformarse en saludables. Según informó Edith Romero, nutricionista del Departamento de Educación del municipio de Temuco, sólo siete establecimientos educaciones cuentan con kioscos saludables hasta la fecha: las escuelas Arturo Prat y Llaima, el Colegio Mundo Mágico y los liceos Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Instituto Superior de Comercio y Liceo Tecnológico.
Destacado
Una iniciativa destacable es el kiosco saludable del Liceo Gabriela Mistral, del emprendedor Alejandro Salom, quien cuenta con resolución sanitaria al día y se instaló en el recinto en agosto del año pasado logrando muy buenos resultados.
"Nos ha ido muy bien, aunque cuesta cambiar los hábitos principalmente porque falta más información y compromiso de parte de los apoderados y los mismos profesores porque en los momentos libres salen afuera y compran comida chatarra o traen en sus colaciones", aseguró.
Salom no oculta, eso sí, sus críticas a la legislación, asegurando que debería ser mejorada.
"Es una buena idea, pero mal ejecutada porque tiene que ser complementado con recreos activos, con información en los pasillos sobre alimentación sana y que en las reuniones de apoderados se hablara de este tema para crear más conciencia", precisó. Entre las opciones saludables que se ofrecen en el kiosco hay sándwich de carne vegetal con palta y tomate, leche con plátano o melón, fajitas, frutas, jugos naturales, barras de cereales, entre otras. "Comer más sano es posible, pero es importante que los hábitos sean modificados desde la familia", indicó.
Cambios
Si bien según el Minsal, un 68% de la población ha modificado la elección de sus alimentos con los nuevos rotulados, un estudio efectuado por la Universidad de Chile indica que aunque los sellos de advertencia influyen en las decisiones de compra de la población aún se observa una brecha en relación a la valoración de las medidas de etiquetado y su influencia en el consumo de alimentos.
"Es aquí donde radica el principal desafío, pues se torna necesario avanzar desde el alto nivel de reconocimiento y valoración positiva de las medidas, hacia una incorporación e influencia concreta y cotidiana en los hábitos de compra. En este contexto, se asume que la tarea de cambio de hábitos es una labor de mediano y largo plazo que requiere de esfuerzos persistentes y continuos para fortalecer el mensaje", expresó la directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Mayor, Cecilia Riffo.
En su opinión, medidas más directas como aumentar impuestos a bebidas azucaradas por ejemplo, podría tener efectos positivos.
"En los países en que se ha implementado esta medida ha tenido resultados positivos", dijo, recordando que como país aún nos falta mucho aunque se han dado los primeros pasos.
"Falta reglamentar sobre los productos no envasados que se expenden en la calle, que en nada contribuyen a mejorar la calidad de vida y salud de las personas y mejorar la oferta de productos saludables en general", concluyó la nutricionista.