Lucía Mera celebró su cumpleaños número 100 en el Hogar Nuestra Señora del Carmen
TEMUCO. Nacida en Collipulli, esta longeva mujer de La Araucanía hizo gran parte de su vida en Cunco. Allí dejó una positiva huella gracias a su calidez humana y a su buena vecindad. Ayer el alcalde Becker le dio una sorpresa.
Con una voz dulce y en un tono muy educado, Lucía Mera Bopp contó emocionada que nació un 27 de agosto de 1917. Sentada en una silla de ruedas y rodeada de una treintena de entusiastas adultos mayores celebró por segunda vez su cumpleaños, ayer, en el Hogar Nuestra Señora del Carmen de Temuco, hasta donde llegó el alcalde de la ciudad, Miguel Becker, para entregarle su saludo.
Fue la segunda vez, porque el día anterior estuvo rodeada de hijos, nietos y bisnietos que le cantaron a todo pulmón el "Cumpleaños Feliz". Y ayer no fue la excepción, más cuando su singular aniversario marcó el inicio de un ciclo de cumpleaños centenarios que protagonizarán otras dos abuelas de la institución en el mes de septiembre.
Sentada al centro de un salón, Lucía Mera recibió ayer la visita del jefe comunal y una comitiva del municipio. La autoridad fue en persona a darle una sorpresa a esta longeva mujer de la Región, a quien saludó con un ramo de flores en las manos y una torta con velas ya encendidas.
Luego de cantarle con fuerza el clásico himno cumpleañero, pese a su resfrío, Miguel Becker conversó algunos minutos con la cumpleañera y hasta le regaló una canción, "Lucía" de Joan Manuel Serrat, a lo que se sumó casi de inmediato la señora Rosa Gacitúa, que no quiso quedarse atrás y cantó "El Yerbatero" de Nicanor Molinare como obsequio a todos los presentes.
La festejada no ocultó su emoción. Contenta frente al gesto de la autoridad comunal, no pudo más que agradecerle en voz alta su gentileza así como a todos quienes le acompañaron en esta visita sorpresa.
Lucía Mera Bopp se reconoció ayer como una mujer sureña que toda su vida trabajó y vivió en La Araucanía.
Con familia de origen en Valdivia y la Región, comentó que tuvo una infancia tranquila, años de los cuales recuerda haber descubierto con gran interés los primeros autos con arranque de manivela.
Si bien nació en Collipulli, comenta que vivió gran parte de su vida en Cunco, donde hizo grandes amistades y dejó una huella profunda gracias a su generosidad y a sus virtudes como anfitriona. Toda su existencia fue dueña de casa, y una buena parte de sus días asumió el rol de jefa de hogar para sacar adelante a sus tres hijos.
Hoy sólo tiene tiempo para regalonear a sus hijos, nietos y bisnietos, a los cuales dice querer y admirar mucho.
Lectora y mujer de buena memoria
En poco tiempo, Lucía ha despertado el afecto de quienes la acompañan en el Hogar Nuestra Señora del Carmen. Allí la identifican como una persona amable, educada y poseedora de una memoria envidiable. Con esa capacidad no es extraño que tenga claro sus primeros recuerdos de Temuco. "Cuando conocí esta ciudad era muy distinta. No había tanto edificios ni automóviles como ahora. Era todo más sencillo, hasta el comercio lo era entonces", afirma quien además ha sido lectora de El Austral toda la vida.