La comunidad israelita celebró el milagro de la fiesta de las luminarias
FESTIVIDAD. La Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (Onar) en conjunto con familias judías, conmemoró un nuevo "Janucá", encendiendo el candelabro de ocho brazos, gesto que recuerda la purificación del templo de Jerusalén.
Con manifestaciones de fervor se vivió en el auditorium de la Intendencia la celebración de un nuevo Janucá, también llamado Fiesta de las Luminarias.
Dicha celebración se realiza desde hace tres años en la Intendencia, en conjunto con la comunidad israelita e invitados, a instancia de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (Onar).
El Janucá es celebrado por millones de judíos de todo el mundo durante ocho días y se hace encendido el candelabro de ocho brazos, como una manera de recordar la purificación del Templo de Jerusalén en el año 165 antes de Jesucristo, luego de la victoria de los macabeos (grupo de rebeldes judíos) sobre los griegos.
El coordinador regional de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (Onar), Hernán Fernández, informó las razones de por qué el Gobierno se hace partícipe de esta ceremonia tan tradicional.
"Esto lo hemos instaurado por mandato de la Presidenta desde el Palacio de La Moneda y también se hace en muchas otras intendencias. Se enmarca dentro de la promoción que hacemos como Gobierno del diálogo interreligioso y del acercamiento y respeto por las minorías religiosas", sentenció.
El milagro
Así lo explica el presidente de la comunidad israelita de Temuco, Javier Weissbroth, un uruguayo que vive desde hace 15 años en Chile.
"Esta fiesta celebra la libertad religiosa, ya que recuerda a imperios religiosos, como el griego sirio que quería imponer otra religión al pueblo de Israel e impedía ejercer la religión judía. Lo que pasó es que hubo una especie de revolución que se ganó milagrosamente y se adquirió el derecho de seguir siendo libres desde el punto de vista religioso", detalló Weissbroth.
En dicha revolución se recupera el Templo de Jerusalén, el cual estaba destruido y lo único que quedaba era aceite para prender el candelabro judío por un día.
Fue en ese contexto que ocurrió el milagro al que se refiere Weissbroth. "En vez de durar un día, duró ocho, entonces, si bien se festeja una victoria militar, el recuerdo de todo el mundo no es la victoria militar, lo que se celebra es el milagro de las luces de Janucá con lo cual uno ilumina al mundo con su luz interior e intenta mejorarlo".
Jerusalén
Consultado Weissbroth por la decisión del gobierno de Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel señaló que se trata de una verdad histórica y que Jerusalén ofrece garantías de libertad religiosa.
"Jerusalén es la capital del pueblo judío desde la época del rey David, de hecho, cuando un judío reza se inclina hacia Jerusalén, entonces, ahora que existe un Estado Judío el poder político, legislativo y judicial está en Jerusalén, en donde lo más importante es que en ese lugar se ejerce una libertad religiosa absoluta. Es cierto que estamos abiertos a cualquier solución, porque lo que queremos es la paz , pero nunca uno va a olvidarse de Jerusalén", puntualizó Javier Weissbroth.