Frases
"Bachelet va a pasar a la historia porque dos veces seguidas va a entregar la banda a la derecha y al mismo candidato".
Francisco Huenchumilla
"Nos faltó unidad en el primer gobierno".
Sebastián Álvarez
"Bachelet va a pasar a la historia porque dos veces seguidas va a entregar la banda a la derecha y al mismo candidato".
Francisco Huenchumilla
"Nos faltó unidad en el primer gobierno".
Sebastián Álvarez
Las familias se preparan para festejar una celebración de origen cristiana que ha sobrepasado ese mundo para convertirse en una oportunidad que puede encontrar lo mejor de cada individuo.
Sin duda, son escasos los instantes de reflexión tan relevantes como la Navidad. Tiene una impronta que ha cruzado la religión para ubicarse como un emblema de los valores más elementales de las personas.
Esta noche recordaremos el nacimiento de Jesucristo, quien llegó al mundo con la misión de redimir los pecados de las personas y entregar su propia vida. Creyentes o no, es indudable que el mensaje de Cristo ha marcado la historia occidental con un legado de respeto por el otro, y mucho más que eso, de amor por todos nuestros pares.
Parece indiscutible que esa entrega se ha tergiversado muchas veces, olvidándose del sentido más profundo del ideario para caer en ganancias de corto plazo o para conseguir otro tipo de objetivos. Pero esa historia nos muestra la esperanza de que este mundo puede ser mejor.
La Navidad no es ciertamente una fecha para acumular regalos, sino una oportunidad para pensar en los otros y regalarles esperanza. Esa ofrenda nos ofrece la oportunidad de ser mejores y avanzar.
La Navidad puede ser un momento de encuentro, de amistad, de compartir el dolor, de acompañar al desamparado, entregar una palabra de aliento al que lo necesita o aconsejar a quienes no han seguido el mejor camino. En eso no debe perderse el foco, incluyendo a los menores, quienes, muchas veces, se dejan conquistar por la fiebre del consumo.
Cuando ya casi despedimos el año les enviamos nuestro más sincero agradecimiento y un mensaje de bienaventuranza a cada uno de ustedes, nuestros lectores y a toda la ciudadanía, especialmente a aquellos que más sufren, a quienes extrañan la pérdida de un ser querido o a quienes viven en condiciones precarias o pasan necesidades.
Feliz Navidad a todos.
Si queremos celebrar la verdadera Navidad, contemplemos este signo: la sencillez frágil de un niño recién nacido, la dulzura al verlo recostado, la ternura de los pañales que lo cubren. Allí está Dios. Y para encontrarlo hay que ir allí, donde él está: es necesario reclinarse, abajarse, hacerse pequeño. El Niño que nace nos interpela: nos llama a dejar los engaños de lo efímero para ir a lo esencial, a renunciar a nuestras pretensiones insaciables, a abandonar las insatisfacciones permanentes y la tristeza ante cualquier cosa que siempre nos faltará. Nos hará bien dejar estas cosas para encontrar de nuevo en la sencillez del Niño Dios la paz, la alegría, el sentido luminoso de la vida.
Dejémonos interpelar por el Niño en el pesebre, pero dejémonos interpelar también por los niños que, hoy, no están recostados en una cuna ni acariciados por el afecto de una madre ni de un padre, sino que yacen en los escuálidos «pesebres donde se devora su dignidad»: en el refugio subterráneo para escapar de los bombardeos, sobre las aceras de una gran ciudad, en el fondo de una barcaza repleta de emigrantes. Dejémonos interpelar por los niños a los que no se les deja nacer, por los que lloran porque nadie les sacia su hambre, por los que no tienen en sus manos juguetes, sino armas.
Jesús nace en un potrero rechazado por algunos y en la indiferencia de la mayoría. También hoy puede darse la misma indiferencia, cuando Navidad es una fiesta donde los protagonistas somos nosotros en vez de él; cuando el consumismo arrincona en la sombra la luz de Dios; cuando nos afanamos por los regalos y permanecemos insensibles ante quien está marginado. ¡Esta mundanidad nos ha secuestrado la Navidad, es necesario liberarla! Sin el Niño Dios, es una Navidad vacía. Dios, enamorado de nosotros, nos atrae con su ternura, naciendo pobre y frágil en medio de nosotros, como uno más.
Lo entendieron, en esa noche, los pastores, que estaban entre los marginados de entonces. Pero ninguno está marginado a los ojos de Dios y fueron justamente ellos los invitados a la Navidad. Quien estaba seguro de sí mismo, autosuficiente se quedó en casa entre sus cosas; los pastores en cambio «fueron corriendo de prisa» (cf. Lc 2,16).
También nosotros dejémonos interpelar y convocar en esta noche por Jesús, vayamos a él con confianza, desde aquello en lo que nos sentimos marginados, desde nuestros límites, desde nuestros pecados. Entremos en la verdadera Navidad con los pastores, llevemos a Jesús lo que somos, nuestras marginaciones, nuestras heridas no curadas, nuestros pecados. Así, en Jesús, saborearemos el verdadero espíritu de Navidad: la belleza de ser amados por Dios. Con María y José quedémonos ante el pesebre, ante Jesús que nace como pan para mi vida. Contemplando su amor humilde e infinito, digámosle sencillamente gracias: gracias, porque has hecho todo esto por mí.
Héctor Vargas obispo de Temuco
Definitivamente la semana comprendida entre Pascua y Año Nuevo se inicia la entrega de las casas de la población Vista Hermosa. Así lo señaló el alcalde de Temuco, Germán Becker al ser consultado sobre el tema. Algunos trámites de carácter administrativo habían retrasado la esperada entrega de la población.
En enero próximo el Concejo Municipal de Padre Las Casas votará en pleno el proyecto que prioriza la presencia del tercer puente que unirá a esta comuna con Temuco y que virtualmente estaría en un tramo entre el nuevo y el antiguo puente que conecta a ambas comunas. La alcaldesa Rosa Oyarzún señaló que la iniciativa es urgente.
Tras conocerse los resultados de la Prueba de Selección Universitaria en todo el país, La Araucanía celebró ayer a ocho jóvenes que destacaron a nivel nacional por sus puntajes, quienes lograron nueve calificaciones máximas: cinco en Matemática, una en Historia y tres en Ciencias.