Fiscalía ratifica que los mensajes fueron puestos cuando los teléfonos los tenía Carabineros
INFORME. Un peritaje detectó conversaciones insertadas en forma de archivos de texto ".txt".
Un informe confeccionado por un profesional informático de la unidad especializada de la Fiscalía Nacional fue la que reveló en detalle que los mensajes que sustentaron la "Operación Huracán" fueron puestos en los dispositivos en momentos en que se encontraban en calidad de evidencias decomisadas por personal de Carabineros.
Según el informe, los mensajes fueron depositados en los celulares como archivos de texto con el formato .txt entre las 20 y las 22 horas del 23 de septiembre pasado, es decir, cuando los ocho detenidos estaban en los calabozos de la Octava Comisaría de Temuco y cuando ellos estaban lejos de sus pertenencias.
"Los archivos de supuesta mensajería no reúnen las características ni condiciones de elementos generados ni exportados desde los aplicativos de mensajería instantánea (WhatsApp, Telegram y Facebook Messenger) ni tampoco del tipo SMS o cualquier tipo de mensajería instantánea común", es una de las conclusiones del reporte generado por un perito especialista del Ministerio Público, que fue publicado ayer por Biobiochile.cl.
El informe lapidario
Fue el jueves cuando el fiscal regional, Cristian Paredes, confirmó que el Ministerio Público informó al tribunal su decisión de "no perseverar" en la causa de la Operación Huracán, al constatar que los supuestos mensajes con los que Carabineros procedió a la detención de ocho personas, presentaban "múltiples anomalías e irregularidades".
La mayor discrepancia recae en que Carabineros había explicado en un primer momento que dichos mensajes habían sido obtenidos desde los teléfonos celulares a través de una solicitud especial mediante la Ley de Inteligencia. Sin embargo, con este peritaje, la tesis del supuesto intercambio de mensajes para una coordinación en el marco de una supuesta "asociación ilícita terrorista", se derrumba por completo.
Las no-pruebas
El informe de la Unidad Especializada en Lavado de Dinero, Delitos Económicos, Medioambientales y Crimen Organizado (Ulddeco) precisa que en un total de 12 celulares recepcionados como "evidencia", se identificaron siete mil 498 archivos.
En ellos, se identificaron 109 correos electrónicos, mil 177 mensajes de texto y mil 799 archivos compartidos en un total de cuatro mil 413 conversaciones a través de aplicaciones como WhatsApp, Facebook Messenger y Telegram.
Sin embargo, entre los archivos se encontraron conversaciones que fueron puestas como archivos de formato .txt, que no corresponden a archivos de mensajería, sino que "se trata de archivos de texto plano (sin formato), es decir, formado exclusivamente por texto (sólo caracteres) sin ningún formato", según señala el informe.
"Estos archivos (los .txt) no contienen Timestamp (marca temporal de fecha y hora de creación) ni la estructura de un elemento exportado de la aplicación de mensajería u otra.
Este tipo de archivos de texto corrompidos, que habrían sido insertados a la hora en la que sus propietarios estaban detenidos, fueron detectados por el peritaje de Fiscalía en dos teléfonos del líder y vocero de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), Héctor Llaitul, un celular de Claudio Leiva Rivera y un celular de Martín Curiche Curiqueo.
Respecto del peritaje al celular de este último detenido, el peritaje detalla que se encontraron cuatro archivos .txt dispuestos en ubicaciones distintas en la memoria del teléfono, lo que es "irregular, ya que las aplicaciones de mensajería crean su propio directorio para almacenar los archivos de genera".
Inconsistencias
El peritaje fue entregado desde la Uldeco el pasado 28 de diciembre y fue precisado en un informe posterior en el que se precisó la hora en que se incautó cada equipo y la hora que registra cada una de las conversaciones de mensajería que fueron encontradas dentro de los dispositivos.
En ese punto, el informático especialista de la Fiscalía Nacional ratificó que los celulares fueron incautados a todos los imputados entre las 14.15 y las 14.35 horas del 23 de septiembre, en tanto que la fecha y hora en que habrían ocurrido las supuestas conversaciones, ocurrieron entre las 20.50 horas y las 22.35 horas de ese mismo día, o sea, cuando los celulares ya estaban en manos de Carabineros.