Objeción de conciencia
La objeción de conciencia, por parte de profesionales de la salud o de instituciones, obedece únicamente a la libertad que tiene cada ser humano, cada institución entendida como la colectividad de diversos pensamientos de personas unidas por un mismo fin para elegir entre qué hacer o no hacer. Oponerse a eso es violentar el derecho fundamental de libertad de cada ser humano y reducirlo a un determinado margen. El rechazo a la objeción de conciencia, por el sólo hecho de recibir fondos públicos, es algo absurdo, pues se da a entender que el Estado, por el sólo subsidio monetario, es un ente superior al mismo ser humano y al mismo tiempo se niega el hecho de que este ente subsiste gracias a las mismas personas o instituciones que dan sus aportes mediante los diversos medios establecidos.
Lo que podemos concluir con la iniciativa del gobierno anterior es que la eliminación parcial de la objeción de conciencia fue el medio usado para imponer por la fuerza una ideología con la cual muchos profesionales de la salud no estaban de acuerdo.
Alonso Riquelme
Sobre el autismo
Este 2 de abril se conmemoró el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. Este año el llamado es a cambiar de actitud y a reconocer los derechos ciudadanos de las personas con esta condición para que puedan tomar sus propias decisiones de acuerdo con sus anhelos y preferencias.
"El mundo necesita todo tipo de mentes" fue una de las reflexiones que nos dejó Temple Grandin en su última visita a nuestro país en noviembre pasado. Ella fue diagnosticada con trastorno del espectro autista a los 4 años y hoy es ingeniera agrónoma, doctorada en ciencia animal en la Universidad de Illinois, académica de la Universidad de Colorado y escritora. Es, por lejos, una de las mujeres con autismo más destacadas a nivel mundial y no sólo en relación con temas de inclusión y discapacidad, sino que también es experta en el ámbito del cuidado y comportamiento animal.
Este es sólo uno de los casos que nos permite cambiar el imaginario existente frente a las personas con esta condición, lo cual constituye una de las mayores barreras al momento de iniciar procesos de inclusión laboral. En general las empresas u organizaciones que realizan estas iniciativas parten de generalizaciones y nos preguntan ¿para qué trabajo son buenas las personas con autismo? Asociar los diagnósticos o tipos de discapacidad a una cantidad acotada de funcionalidades y habilidades, limita de forma arbitraria el grado de desempeño y al tipo de cargo que se puede alcanzar y coarta el proceso de inclusión laboral que pueda tener cualquier persona con discapacidad cognitiva.
Fomentar el cambio cultural hacia una sociedad que valora y respeta la diversidad de mentes, inteligencias y formas de interpretar lo que ocurre en el entorno, evita estigmatizaciones o generalizaciones como respecto a las personas con autismo.
Carola Rubia, directora ejecutiva, Fundación Descúbreme
Carta a Felipe Kast
Estimado Felipe, quiero decirle públicamente que no voté por Ud. para seguir más de lo mismo. Y en esto me refiero básicamente al daño que hace Ud. contra la familia al apoyar políticas públicas que quieren normalizar conductas sexuales ajenas a la naturaleza humana. Para ello hubiese votado por Rolando Jiménez. Ya con el gobierno y políticos anteriores veía una amenaza constante a la educación, a la cultura y a la familia. Al futuro de mis hijos y a su integridad, hoy nuevamente me molesta que por unos votos más irrumpa queriendo imponer un modelo de sociedad que no es universal como lo es la identidad de género. A este ritmo la tasa de natalidad chilena será cero de aquí a unos años más y si su interés es ser candidato a presidente, ya sabe tendrá que llegar vestido al estilo escocés.
Víctor Melinao, Mc Eirens Ingeniería Sanitaria Territorio Natural
Defensores de los DD.HH.
En nuestro país vemos a diario militantes del Partido Comunista autodenominarse defensores de los Derechos Humanos, militantes de un partido que ha sido responsable a lo largo de la historia de poner en funcionamiento una represión sistemática: 65 millones de muertos en la República Popular China, 20 millones en la Unión Soviética, 1 millón en Vietnam, 4 millones entre Corea del Norte y Camboya, 1 millón en los regímenes comunistas de Europa Oriental, 150 mil en las dictaduras de Latinoamérica, en total más de 100 millones de personas muertas. Actualmente existen dictaduras que son defendidas por los defensores de esta ideología que tanta sangre ha derramado en el mundo, no compremos todo lo que se dice.
Gerardo Rueda Rodas