DÍA DEL CARABINERO EN TEMUCO
En la Escuela de Formación de Carabineros "Grupo Temuco" se realizó la ceremonia que conmemoró el 91° aniversario de Carabineros de Chile y a la cual asistió el intendente regional, Luis Mayol.
En la Escuela de Formación de Carabineros "Grupo Temuco" se realizó la ceremonia que conmemoró el 91° aniversario de Carabineros de Chile y a la cual asistió el intendente regional, Luis Mayol.
En prisión preventiva quedaron los dos hombres que fueron detenidos por personal de Carabineros luego del asalto a mano armada y con rehenes que se produjo este martes en una sucursal de la Caja de Compensación Los Héroes en Galvarino.
A las 9.30 de la mañana de ayer, José Rodrigo Cáceres Salamanca (40) y Víctor Adelino Llanquileo Pilquimán (42) llegaron al Juzgado de Garantía de Lautaro para ser formalizados.
Cáceres hizo en silla de ruedas y con una llave de paso de medicamentos por vía venosa en su mano, últimos signos de la hospitalización que tuvo por 48 horas para recuperarse del balazo que le llegó de parte de los carabineros a los que se enfrentó y que finalmente lo terminaron deteniendo, a una cuadra de la sucursal de Los Héroes.
Llanquileo, por su parte, llegó sin los apósitos que tenía en su ceja, pero todavía con heridas en su cara que a juicio de su defensa son evidencias de la denuncia de maltrato que fue interpuesta contra el personal policial que lo detuvo a orillas del río Quillem.
Los dos imputados fueron formalizados por tres ilícitos: robo con violencia calificado, homicidio frustrado a carabinero en servicio y porte ilegal de arma de fuego prohibida, en relación a las dos subametralladoras que fueron incautadas. Adicionalmente, a Cáceres Salamanca se le formularon cargos por porte ilegal de munición y violación de morada.
En el inicio de la audiencia, el fiscal Luis Torres, de la Fiscalía de Alta Complejidad (Fiac), realizó una recapitulación de los hechos ocurridos a las 08.30 de la mañana de este martes en la sucursal asaltada.
El relato de los testigos inicia con el gerente de la sucursal llegando en automóvil particular hasta el frontis de las dependencias. Una vez que el guardia le hace un gesto indicando que la instalaciones estaban sin problemas, luego de un chequeo efectuado por el cajero que ya estaba dentro, el gerente se baja del auto y entra al recinto.
Al dar los primeros pasos, cuatro sujetos caracterizados -uno con ropa formal, otros con bigotes falsos y uno con overol- avanzan inmediatamente por detrás y le exhiben sus armas de fuego y un cuchillo tipo machete, como intimidación para que les deje ingresar al recinto. "Para evitar un mal mayor, les dije (a sus colegas) que los dejáramos entrar", cuenta el gerente en la declaración presentada por la Fiscalía.
Una vez adentro, los cuatro sujetos apagaron las luces de la sucursal y comenzaron a gritarles, amenazándolos, para que les permitieran acceder a la bóveda.
Sin embargo, aquello era posible solo mediante un protocolo de seguridad en el que el gerente y el asistente deben coordinar contraseñas y códigos. En ese lapso, el guardia que estaba reducido logró accionar un botón de pánico inalámbrico.
El relato del gerente intimidado prosigue señalando que en todo momento logró reconocer un líder de la banda, que daba instrucciones y que portaba una radio portátil para comunicarse.
"Al entrar, de inmediato nos dijeron 'tranquilos, tranquilitos, venimos solo por el dinero y no les vamos a hacer nada' (...) creo que ellos tenían información, por eso esperaron que yo entrara para (luego) entrar, y en mi opinión sabían que el día anterior había llegado remeza que se destina a pagar pensiones", consignó el testimonio que leyó el fiscal Torres, precisando que en un saco se encontraron $68 de los $78 millones de pesos robados.
El testigo dice que habían pasado entre 10 y 15 minutos desde el ingreso de los delincuentes a la sucursal cuando ahí recién llegó Carabineros, quienes al verlos reducidos, retrocedieron.
"¡Estamos listos, vengan a buscarnos!" es la frase que el gerente recuerda que pronunció uno de los sujetos, al percatarse que había llegado una patrulla.
Luego de ser enviado dos veces como "negociador", para que le gritara a los efectivos que movieran la patrulla y facilitar el escape de la banda, y cuando ya habían pasado 25 minutos como rehenes, los sujetos armados acordaron salir y enfrentarse a tiros.
Ahí es cuando el propio gerente y el cajero se transformaron en escudos humanos por varios metros, siendo liberados metros más allá, cuando tres sujetos se perdieron por predios cercanos al río y uno cayó baleado y fue detenido.
Los alegatos del fiscal Torres, acompañado del fiscal Cristian Voullieme, convencieron al tribunal que finalmente dejó a los dos sujetos en prisión preventiva.
"Acá tenemos al líder de la banda (Cáceres), quien portaba una radio portátil. El otro detenido (Llanquileo) era quien según los testigos se mostraba más agresivo", precisó el fiscal Torres en su declaración.