La sencillez y la solidaridad con sus colegas músicos son dos características que el mundo del arte local destacó del virtuoso acordeonista de Vilcún, Pedro Villarroel, fallecido el pasado sábado en el Hospital Regional de Temuco.
Néstor Águila, quien actualmente ejerce en Aeronáutica del Aeropuerto de Balmaceda, señaló que "por el 2004, cuando la cueca llegó desde la zona central a La Araucanía, formamos el grupo de cueca brava Los del Arrabal. Para ello sumamos el aporte de dos grandes músicos de la zona, Pablo Montecinos, más conocido como "El Palulo", y don Pedro. Ellos nos contaban entretenidas historias de la bohemia antigua de Temuco, cuando tocaban chachachá, mambo, bolero, cuando se juntaban todos después en el bar restorán Don Moise, a las 5 de la mañana, así es que eso nos hizo entusiasmarnos por recrear ese ambiente en el escenario".
De esta manera, de la cueca brava, "Los del Arrabal" pasaron a interpretar foxtrot, boleros y música de décadas anteriores. Néstor Águila era el encargado de la voz solista y de las percusiones.
"Fuimos reviviendo esta música de años pasados, la llevamos a los bares nocturnos, nos contrataban en fiestas, tuvimos buenos años de música con el grupo. Incluso llevamos esta música a los pubs, donde llamábamos mucho la atención entre la gente joven, que quedaban sorprendidos al ver a dos adultos mayores arriba de esos escenarios, con tanta vitalidad", señala Águila.
El 2011 se cerró la historia de "Los del Arrabal", ya que Néstor fue trasladado desde el Aeropuerto Maquehue hasta el de Balmaceda, donde ejerce en aeronáutica.
"Lo más importante que dejó mi amigo Pedro, aparte de que era un músico extraordinario, fue el hecho de que era muy humilde y solidario", cuenta Águila, quien agrega que " compartió con todos quienes le invitaron a formar parte de grupos o presentaciones en los más diversos estilos musicales. Por eso es tan querido".
Cueca
Pedro Villarroel no tenía complicaciones para insertarse dentro de los más variados estilos de música. Es así que -sin tener una mayor experiencia en el mundo de la cueca- no dudó en apoyar al conjunto "Sur y Canto" de Temuco.
"Nos formamos el 2009 y dos años después, el 2011 fuimos a nuestro primer nacional de Cueca de Asemuch en Puerto Montt, y allí contamos con el apoyo de Pedrito", dice la actual directora de la agrupación, Marysol Parra, quien agrega que "ya antes nos había acompañado en un festival en Freire".
Respecto del legado de don Pedro, Marysol Parra narra que "él podía tocar en distintas bandas, distintos estilos, cuando lo invitamos nos dijo que no era su fuerte la cueca, pero aceptó, y fue hermoso. Es un ejemplo a seguir para todos los artistas, siempre acompañaba a quien se le pedía, fuera un grupo consolidado o uno que estaba haciendo sus primeras herramientas".
Un aporte
"Sólo tengo buenos recuerdos de don Pedro Villarroel, una persona sabia, alegre, cariñosa, amable, respetuosa y generosa con sus conocimientos", asevera el músico y compositor temuquense César Ibacache, quien agrega que "tuve la oportunidad de compartir mi música y diferentes proyectos muchas veces, en uno de los tantos espacios que él abrió en nuestra ciudad para la música y el entretenimiento. Claramente deja un gran legado en cada uno de los que pudieron estar cerca de él, en aquellos que pudieron oír su música, su acordeón, su arte, sus historias y sus consejos. Solo tengo gratitud hacia él y su familia".
El funeral de Pedro Villarro-el se realiza a las 12 horas de hoy en Cherquenco, Vilcún.