Rodrigo Zamorano C.
Nuevos y contundentes antecedentes hizo públicos la Fiscalía durante el juicio contra Luis Torres Cañoles, el único acusado por el femicidio de Roxana Bravo Inostroza (38) y por el crimen de sus hijos Betzabet Castro Bravo (17) y Nicolás Molina Bravo (14).
El Ministerio Público ingresó un peritaje del Laboratorio de Criminalística de la PDI que concluye que la ropa usada el día de los hechos por Torres Cañoles contiene manchas de sangre humana, particularmente restos sanguíneas de las tres víctimas del crimen.
Un peritaje bioquímico de ADN realizado en la PDI de Concepción estableció que los restos de sangre corresponden Roxana Bravo y sus dos hijos.
Las vestimentas del imputado fueron entregadas voluntariamente a la PDI por la madre del acusado, luego de que el imputado se cambió de ropa tras volver de la casa donde habitaba la víctima del femicidio y sus dos hijos.
"Esto es una prueba de participación penal de parte de Torres Cañoles en la comisión de estos asesinatos", aseveró el fiscal Cristian Crisosto.
ESPIRAL DE VIOLENCIA
La Fiscalía, además, solicitó el testimonio de cinco personas cercanas a las víctimas fatales del crimen, quienes emitieron su declaración tras un biombo que no permitía el contacto visual con el imputado.
En los relatos, tanto vecinos, amigos y familiares de las víctimas aseguraron que la relación que mantenía Luis Torres con la occisa, Roxana Bravo, contenía episodios de extrema violencia con agresiones de parte del imputado a la mujer que incluso llegaron a las lesiones graves.
"Los testigos declararon cómo el imputado mantenía una relación de subordinación y agresión permanente en un contexto de violencia intrafamiliar no solo respecto de Roxana, sino que también de sus hijos", acotó el persecutor.
Uno de los relatos lo efectuó un adolescente de 19 años, amigo de Nicolás Molina, quien afirmó que el día de los hechos fue a dejar a la víctima a su casa tras acompañarla a unas compras.
"Él toco la puerta y no le abrieron, me dijo 'espérame un segundo porque voy a entrar por la parte trasera'. En ese momento sentí que entró, cerraron la puerta con pestillo y luego de eso sentí un grito de Nicolás y un golpe en el suelo", afirmó el adolescente.
"Conversábamos harto porque él se desahogaba conmigo. Me contaba sus cosas y me decía que se quería ir de su casa porque Luis Torres le pegaba a la mamá y no quería seguir viéndola sufrir. Lo único que quería es que este tipo saliera de la casa", dijo el joven en su testimonio.
Acusación de abuso sexual
Tres de los testigos que declararon ayer en el juicio afirmaron tener conocimiento de un intento de abuso sexual cometido por Luis Torres Cañoles en contra de Betzabet Cortés Bravo. Los testimonios detallan que el imputado de femicidio también habría efectuado tocaciones de índole sexual a la niña al menos un año antes del crimen. La madre de Roxana Bravo, en tanto, en su declaración aseguró que nunca aceptó la relación de su hija con el imputado Torres Cañoles, asimismo manifestó el profundo dolor causado tras la muerte de la mujer. "Dios es grande, poderoso y me ha dado la fuerza para soportar. Ha sido el día mas triste de mi vida", afirmó.