Uno de cada 10 habitantes de la Región se encuentra en medio del territorio de algún vertedero o planta de tratamiento de aguas servidas, incrementando los riesgos medioambientales en desmedro de su calidad de vida.
Así lo revela un estudio efectuado por la Consultora Bioaqua por encargo del Gobierno Regional, el que se denomina "Diagnóstico de Impactos Socioambientales de Vertederos y Plantas de Tratamientos de Aguas Servidas", en el cual fueron analizados los riesgos asociados a 89 de estas instalaciones, con el objetivo que esta valiosa información sirva de base para la implementación de políticas públicas orientadas a proyectar un desarrollo integral y sustentable del conjunto de la población.
En tal sentido, para el gerente de Bioaqua, Raúl Moldenhauer, se trata de un estudio que había sido solicitado por la comunidad como es el caso de la Red de Acción por Derechos Ambientales que demandó la necesidad de tener este diagnóstico. "Hay que recordar que el año 2007 el Estado de Chile fue demandado por racismo ambiental precisamente porque se presumía la presencia de plantas de tratamiento y vertederos principalmente dentro de comunidades indígenas. Por eso este trabajo fue motivado por algunos consejeros regionales donde también hubo un apoyo muy importante desde la Seremi de Medio Ambiente y de la Seremi de Salud para que el Gobierno Regional se hiciera cargo de este trabajo", indicó.
Resultados
Uno de los principales resultados que arrojó el documento es que precisamente "uno de cada 10 habitantes de La Araucanía vive en el entorno de una planta de tratamiento de aguas servidas o de un vertedero. Esto es muy relevante porque básicamente los vertederos y las plantas de tratamiento lo que hacen es recibir residuos sólidos o residuos líquidos que se generan en las ciudades, provocando efectos en el entorno de donde las instalaciones se encuentran porque en esos lugares se concentra la contaminación", aseveró.
A su juicio, a partir de los antecedentes extra estudio que maneja la consultora "sabemos que el estándar tecnológico que tenemos hoy día para hacernos cargo de los residuos sólidos especialmente es un estándar muy por debajo del estándar regional y esa es una realidad que no se puede desconocer. Hay sitios de disposición final que hoy día están operativos y que debieran estar cerrados", indicó.
Comunas
En cuanto a resultados más específicos, el documento determina con claridad los vertederos y plantas de tratamiento que tienen niveles de riesgo/impacto mayor, medio y bajo para los habitantes, lo que corresponde a una evaluación integrada de impactos sociales y ambientales.
De esta manera, el ranking de riesgo/impacto de los vertederos operativos, lo lidera el vertedero de Curacautín, el que tiene un índice de 79,39 para el área de influencia determinado por factores como el olor, vectores, localización y calidad del agua. Le siguen dentro de los sitios de disposición final con mayor riesgo los vertederos de Traiguén (67,16) y Gorbea (65,09) (ver recuadro).
A la vez, en la evaluación del riesgo/impacto de los vertederos cerrados aparece el vertedero de Temuco (Boyeco) con el mayor impacto (78,05). Con un impacto de nivel medio se encuentran los vertederos ya cerrados de Nueva Imperial (71,05); Saavedra (64,07); Loncoche (56,86); Villarrica (60,21) y Purén (53,36); mientras que con índice bajo se encuentra el vertedero de Perquenco (46,15).
En tanto, dentro de las plantas de tratamiento de aguas servidas con mayores niveles de impacto para sus comunidades se encuentran Temuco (70,77) y Labranza (62,96) dentro de las ubicadas en el radio urbano; mientras que las plantas rurales con mayores índices de riesgo/impacto son las de Pichipellahuén (87,13) y de Selva Oscura (65,77).
Según el consejero regional y presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Consejo Regional, Alejandro Mondaca, la información contenida en el estudio tiene una enorme importancia para dirigir las políticas en el ámbito medioambiental.
En su opinión, en el caso de Boyeco, si bien se trata de un vertedero que ya se encuentra cerrado, continúa provocando dificultades en el entorno. "Hay problemas que persisten como por ejemplo la presencia de vectores; lo otro es que todavía se filtran líquidos que impactan en los pozos profundos y en el estero que es el riega todo ese sector", puntualizó.
Del mismo modo, Mondaca insistió en que "las personas que viven en el entorno de estos establecimientos ven afectada su calidad de vida y la Constitución garantiza que las personas deben vivir en un medioambiente libre de contaminación" y, a la vez, hizo hincapié en que esta información será analizada por el Core y se le pedirá a la consultora que entregue los resultados al pleno del Consejo Regional para discutirlo "y decirle a los ministerios que se pongan las pilas con esto y le vamos a decir a la empresa privada que tiene que ser observante de las normas".
Finalmente, Raúl Moldenhauer, de Bioaqua, argumentó que lamentablemente se está a años luz de efectuar una buena gestión de los residuos, considerando que iniciativas como "Basura Cero" que aspira a la no generación de desechos, es en este momento casi una utopía.
Necesidad de mayor infraestructura
"El estudio concluye que lo que más se necesita es infraestructura para la gestión de residuos y también necesitamos hacer mejoras tecnológicas en algunos sitios que ya se encuentran cerrados y también en las plantas de tratamiento rurales que suelen contar con un estándar de operación que es muy bajo y eso genera impactos importantes en la gente que vive en el entorno", concluyó Raúl Moldenhauer.