La ciudad de los hoyos
Le informo que soy puconino de corazón y alma, radico entre esta ciudad y Concepción. Pucón, hermosa ciudad que todos conocemos por su atractivo turístico, su gente y la nieve en esta fecha, pero me avergüenzan los caminos que tenemos, hoy es la ciudad de los hoyos. En el trayecto Villarrica-Pucón hay enormes trampas con riesgo de muerte en el camino, hoyos con más de 20 cm de profundidad y más 50 cm de largo, todos días hay más de 5 vehículos siniestrados con neumáticos y llantas rotas. A esto súmele la lluvia permanente que hemos tenido, estas trampas no se ven. Usted no puede ir a Caburgua desde Pucón, pierde la cuenta de la cantidad de hoyos que existen en ese trayecto, lo mismo si va Curarrehue, para qué decir cuando entra al camino del volcán, el ingreso de esta vía está llena de hoyos, pero llena de hoyos casi imposibles de pasar. Pues bien, nadie se hace cargo de esta situación, me avergüenza cuando amigos que nos visitan nos preguntan por qué no reparan los caminos y no tenemos respuesta, dónde está el alcalde que no toma cartas en el problema y gestiona solución. Todos los turistas que llegan a Pucón nos dejan muchos recursos económicos y dan trabajo a nuestros vecinos. Dónde está la municipalidad, Serviu, Ministerio de Obras Públicas que no solucionan este problema que es grave dentro y fuera de la ciudad, toda la red vial llena de hoyos, hoy Pucón tiene otro nombre: la ciudad de los hoyos.
Marcelo Fonseca Pino
DD.HH. y las leyes
Me inquieta saber qué tipo de justicia busca la oposición acusando constitucionalmente a los ministros que cumplieron con la ley y entregaron beneficios a siete condenados por DD.HH. Es por esto que no pude dejar de pensar en el argumento que entregó Sócrates sobre la justicia y las normas a través de los escritos de su discípulo Platón. Las leyes son el testimonio vivo de la democracia. Hombres y mujeres, imparciales y con experiencia en ese terreno, las han escrito para que el país funcione. Por consiguiente, la democracia es el instrumento para que esas leyes se mejoren.
Entonces, si consideramos que las normas fueron creadas por hombres justos, no habría por qué contrariarlas. Si no, "¿qué Estado podría subsistir si los fallos dados no tienen ninguna fuerza y son eludidos por cada individuo?". Es por esto que dudo del tipo de justicia a la que apela la oposición. Se puede estar en desacuerdo con una resolución, pero querer sacar a un juez porque no falla como uno quiere, no puede significar más que se desear hacer justicia bajo sus propias reglas. Algo totalmente contradictorio, si pensamos que la acusación que quieren llevar a cabo se pretende realizar bajo las mismas normas que ellos mismos consideran injustas.
Jaime Garrido, licenciado en Filosofía
Gobernar con principios
Hace algún tiempo un buen amigo, de esos pocos de verdad, me hacía notar la falta de "principios en el actual gobierno", le señalé sin afán de defender pero sí de explicar que existían principios matrices que eran común y que conformaban principios fuertes.
Eran estos, a pesar de comprender que hay varias derechas, los que convocaron a la ciudadanía, tales como respeto a la vida, libertad (no libertinaje), balance de poder, respeto del Estado de Derecho, Estado Subsidiario, entre otros. Estos principios que parecen lógicos para establecer un gobierno, a pesar de todo, para algunos son atrocidades, muchas veces sesgados por una falsa lucha de clases y en búsqueda de un capitalismo de amigos, destruyendo los principios esenciales de un buen gobierno. Gobernar con principios es esencial, así como también defenderlo ante la tentación de ser "populares en la encuestas" y tratar de ganar votos olvidando a quienes eligieron un proyecto para el país.
Francisco Sánchez, historiador
Ley inclusión laboral
Distintas personalidades del gobierno y del mundo empresarial han mencionado con entusiasmo el aumento en la incorporación de personas en situación de discapacidad al trabajo.
Debido a la Ley de Inclusión Laboral, se ha señalado qué más de 570 empresas han contratado personas en situación de discapacidad, sobre todo en los sectores retail y minería. Aunque podemos hablar de un éxito parcial en esta primera fase (la normativa entro en vigencia el 1 de abril), no podemos asegurar que este tipo de medidas se extienda a un número de personas cercano a los estándares que desearíamos para una verdadera inclusión, lo que hace pensar que puede transformarse solo en una medida simbólica. Si consideramos que la discapacidad está presente en 1 de cada 5 chilenos mayores de 18 años y no se mejoran las condiciones de trabajo precarizado informal en la que se encuentran más de un tercio de los trabajadores en Chile, difícilmente podremos integrar a este grupo más allá de este 1% que se les exige a las empresas con más de 100 trabajadores.
Felipe Zapata Campos, académico Escuela Terapia Ocupacional U. Andrés Bello