Hace 40 años | 30 de septiembre de 1978

A postonazos apagan luces en el sector Alemania

La Municipalidad de Temuco denunciará a investigaciones la sistemática destrucción de luminarias con rifles a postones en un amplio sector de Avenida Alemania. La situación fue detectada durante un recorrido de rutina del jefe de alumbrado del municipio, quien encontró 12 luminarias destruidas por 40 postones.

Hace 10 años | 30 de septiembre de 2008

UCT y Ufro con fondos para proyectos de ciencia

La Universidad Católica de Temuco y la Universidad de La Frontera obtuvieron el financiamiento del 50% de sus proyectos científicos, siendo los Fondecyt la instancia que apoya el desarrollo de nuevos focos de conocimiento. De esta manera, las universidades regionales destacan hoy en el ránking nacional en esta materia.

Hace 1 año | 30 de septiembre de 2017

Atentado destruye nueve máquinas en Curacautín

Daños por mil millones de pesos dejó un ataque incendiario perpetrado en Curacautín por cuatro sujetos encapuchados que destruyeron 5 camiones, dos excavadoras y un rodillo compactador, maquinaria perteneciente a la Constructora El Bosque, que trabaja en la pavimentación de la ruta Curacautín-Parque Nacional Conguillío.

En consideración al interés del Plan Impulso por profundizar la educación desde la interculturalidad, se afirma que la situación actual del Pueblo Mapuche deriva de un hecho social que correspondería a la relación entre dos culturas, predominando allí, por razones históricas, la chilena. La primera, sufriendo las consecuencias de esa dominación. De la situación actual somos esencialmente responsables quienes pertenecemos a la sociedad "chilena", sobre todo los encargados del rumbo de la sociedad mayor. (Obispos del Sur, 1979).

Cuando el concepto de interculturalidad se ha abordado desde una perspectiva funcional, responde a los intereses del Estado. Por lo cual, se habla de un diálogo de personas pertenecientes a culturas diferentes, en donde se reconocen las diferencias; sin embargo, no hay una mayor implicancia entre los sujetos y la sociedad a la cual pertenecen. No genera cambios en la sociedad y en la estructura hegemónica del poder, derivando en que la estructura social se mantenga inmutable y que siga prevaleciendo el conocimiento y la forma de relacionarse desde el conocimiento occidental.

Desde una perspectiva crítica, la interculturalidad se enmarca en un proyecto social, ético, político y epistémico a construir, en donde el punto de partida es el reconocimiento de la asimetría que ha existido en la sociedad. Según Panikkar (2006) la interculturalidad se concibe como la forma actual en que el mundo intenta hablar de paz. Esto significa que debiese transformarse en una estrategia que permita pensar y reorganizar el orden social, en la búsqueda de suplir las desigualdades sociales que la sociedad occidental ha generado. Así, la educación, la interculturalidad se puede construir como una estrategia de comprensión y respeto del otro.

En el contexto del sistema educativo chileno se debe pensar la interculturalidad como una construcción social, que junto a la política pública, busque superar el legado colonial y poscolonial subyacente en la estructura social y en la institucionalidad, que está profundamente arraigado en el sistema educativo, sosteniendo la asimetría y desigualdad de poder ( McGinity, 2009). Por lo tanto, la interculturalidad debería ser comprendida como una aspiración que pretende desarrollar una sociedad de manera justa.

De esta manera, la interculturalidad crítica se asume como una alternativa y estrategia que favorece la cohesión social, en cuanto trata de promover el diálogo y el reconocimiento afectando las causas de la asimetría social y cultural actualmente vigentes. Se busca construir sociedades democráticas que articulen la igualdad y el reconocimiento de las diferentes culturas. En el "Día de Oración por Chile", invocamos al Padre común, que nos bendiga con la sabiduría suficiente para abordar estos desafíos.

Héctor Vargas

obispo de Temuco

El próximo 11 de octubre se cumplirán siete meses desde que asumió el actual Gobierno, sin embargo el proceso de instalación aún no avanza en los términos que actores oficialistas quisieran.

Parece bien evidente que hay enormes riesgos por la cantidad de cargos públicos que deberán llenarse en los próximos meses con personeros de buen nivel.

Vale la pena preguntarse: ¿quién desea estar ligado hoy al servicio público, considerando el desprestigio que tiene transversalmente esta actividad?

Es cierto, siempre habrá quienes desean escalar a las distintas instancias, pero no cualquiera tiene las redes, el conocimiento o la experiencia para abordar los desafíos de gestiones complejas en las comunas, gobiernos regionales o el Parlamento.

Veamos el caso de La Araucanía, que presenta enormes déficit desde lo público, es decir, requiere de personeros de un nivel superior que sepan aquilatar la realidad, tener el conocimiento para elaborar los proyectos, convicción para sumar y contactos para ser eficientes en la consecución de recursos.

El problema, y grande en realidad, es que la búsqueda de líderes de este tipo es complejo, aspecto en el que las explicaciones pueden ser múltiples. Desde el citado cuestionamiento a lo público, la retribución recibida, en comparación al mundo privado, pero fundamentalmente la mínima capacidad que Chile tiene hoy para motivar a los jóvenes por aportar al desarrollo del país desde el Estado.

Otro aspecto relevante es que el asunto ni siquiera parece abordarse en nuestras conversaciones. El asunto no es problema, porque ni siquiera parece haberse sido meditado.

Es cierto que el país pide y exige cambios, renovación, pero eso no puede ser fruto de la improvisación; tampoco puede tratarse de cerrar la puerta a la experiencia, porque todas las generaciones contribuyen. La nación puede entrar en una peligrosa espiral en la que la falta de personal calificado sea muy nociva para el futuro de todo nuestro país.