Lo que nos merecemos
Una vez más, y como ésta han existido innumerables otras, en que queda de manifiesto que en Chile, sus autoridades y en especial sus tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial no han hecho nada para elevar las exigencias que cualquier chileno debería cumplir como mínimo para postularse al Congreso, hoy solo se requiere ser chileno, licencia secundaria y respirar. Sin lugar a ninguna duda, con tan exiguos requisitos por cumplir, no debería ser sorpresa para nadie todas las desafinadas e improductivas acciones que los noveles parlamentarios acometen y por qué no decirlo, varios que llevan varios periodos también...
Raya para la suma, mientras en nuestro Chile y lo repito una vez más, se exijan más requisitos para ser repartidor de pizzas en moto que para postular al Congreso, es lo que hay, porque no cuadra que cualquier chileno que quiere postular a un trabajo y en especial de alta responsabilidad, deba cumplir una exigente lista de requisitos y pruebas de conocimientos y resulta que para los postulantes al Congreso, en el que deberían fiscalizar, legislar y representar a todos los chilenos, simplemente los requisitos que deben cumplir, en absoluto son concordantes con sus posteriores obligaciones parlamentarias. Claro dirán algunos, para eso están los batallones de asesores, para que los apuntalen y pagados por todos los chilenos, situación de la que no gozamos en absoluto los chilenos en nuestros trabajos, porque el que no sabe, no sirve y se va para su casa, digamos la verdad, ni siquiera alcanza a postular al trabajo.
Como que llegó la hora de ponernos serios y aumentar las exigencias, hoy no basta solo con las ganas y el apoyo político-partidista para llegar al Congreso, Chile necesita urgentemente mucho más que eso. Los desafinados e improductivos hechos del día a día de algunos parlamentarios, en la forma y en el fondo hacen impostergable que nuestras autoridades competentes legislen al respecto para que nuestro Chile tenga el Parlamento que se merece y a la vez muy acorde con las exigencias de los tiempos que hoy se viven.
Luis Enrique Soler Milla
Boric y Salamanca
Un político aprovecha un viaje financiado por la organización privada, para hacer una escala y reunirse con un terrorista que asesinó a sangre fría a un profesor, secuestró a una persona y se fugó en helicóptero de una cárcel de alta seguridad. Pareciese la trama de una película hollywoodense pero no, es Chile.
Javier A. Labrín Jofré
Acivismo judicial
Se denomina "activismo judicial" a la potestad legisladora que se arrogan los jueces. Ellos, en las causas sobre Derechos Humanos, han derogado en la práctica diversas normas legales, tales como las relativas a la prescripción de la acción penal y la Ley de Amnistía (D.L. 2191 de 1978). Respecto a esta última cabe señalar que se trata de una ley expresa y vigente que los jueces han dejado sin aplicación, sin que existan ni ley interna ni tratado internacional alguno que prohíba la dictación o la aplicación de leyes de amnistía; es decir, de leyes que prohíban el perdón entre hermanos. El activismo judicial -de los jueces que presumen estar por sobre la ley y que fallan sobre la base de sus creencias o convicciones personales y no de acuerdo con lo que la Constitución y las leyes señalan- lesiona el Estado de Derecho y contribuye significativamente al proceso de deterioro institucional. Lamentablemente el Poder Judicial se ha convertido en un campo de batalla político. Y cuando la política entra por la puerta de los tribunales, la justicia sale por la ventana.
Adolfo Paúl Latorre, abogado
Medicamentos y obesidad
La obesidad es una epidemia en el mundo y nuestro país no es la excepción. Chile reporta 74,2 % de población con exceso de peso, según la Encuesta Nacional de Salud 2017, mientras la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) situó a Chile como el país con el índice de obesidad más alto de toda Sudamérica entre las mujeres.
Efectivamente, según la FAO, más del 30% de la población femenina de Chile, mayor de 18 años, presenta algún índice de obesidad. Ante este panorama, el consumo de medicamentos para bajar de peso, se ha incrementado preocupantemente durante los últimos años. Muchas personas tratan de revertir su sobrepeso y obesidad a través de la automedicación, muchas veces se recurre a medidas desesperadas y a formulaciones 'milagrosas' para perder peso rápidamente y sin sacrificios. El manejo irresponsable de la información, los fuertes deseos de disminuir de peso, la automedicación y el fácil acceso por la venta ilegal de fármacos en internet, pueden generar graves consecuencias en la población, las formulaciones milagrosas para reducir tallas no existen, se debe evaluar a cada paciente de manera individual, considerando las patologías crónicas que padece.
Valeria Jorquera, académica Escuela Química y Farmacia U. Andrés Bello