En momentos en que la violencia desatada nos muestra su rostro más horrible utilizando la dolorosa y trágica muerte de Camilo Catrillanca como detonante, dejando a su paso, numerosas víctimas inocentes, consideramos que es vital escuchar a nuestros líderes y medir su estatura moral. El que se aprovechen de estas dramáticas circunstancias, o apoyen verdades a medias no les está permitido, cuando el imperio de la ley y el orden social se tambalean.
Lamentablemente desde hace mucho tiempo, en La Araucanía, nuestro enemigo común es la violencia impune y más que nunca debemos darle una oportunidad a la justicia, al Acuerdo por la Paz y el Desarrollo integral para La Araucanía, al Plan Impulso, para que puedan responder a nuestras expectativas, la deuda social de sucesivos gobiernos con nuestra gente, con nuestro territorio, no puede continuar, y no debemos pensar que por ello, el fuego, las balas, los golpes y la destrucción sean una respuesta a nuestros problemas.
Debemos admitir, que la necesaria convivencia intercultural pacífica de La Araucanía, es frágil y ahora como país debemos asumir las consecuencias de errores históricos, señalando hoy, nuestra responsabilidad en la solución de un problema que es prioritario para todos los chilenos. La sociedad nacional, completa, sin exclusiones, debe estar más unida que nunca, sin miedo a la verdad, con fe en Dios, donde todos, y reitero todos, estamos llamados a la construcción y defensa de la paz.
Mucho se podrá pensar y decir sobre esta dolorosa situación, pero la conciencia ciudadana, nos obliga a pensar en 3 palabras claves para la región : Paz , Amor y Perdón; Construir un acuerdo de Paz , Amor para sellar el acuerdo y Perdón necesario para poder iniciar una nueva etapa histórica para la región.
Sebastián Álvarez,
diputado Evópoli