Diálogo en La Araucanía: más urgente y necesario que nunca
Con preocupación y pesar, nos referimos a la muerte de Camilo Catrillanca, acontecida el pasado 14 de noviembre en la comuna de Ercilla, Región de la Araucanía.
Los acontecimientos violentos precipitados a partir de este hecho tan lamentable, son la evidencia de un desencuentro profundo, que no sólo dificulta el diálogo entre el pueblo mapuche y los distintos actores sociales del país, sino que tensa en extremo las relaciones al interior del mundo mapuche. Divididos entre quienes quieren restituir la dignidad de su pueblo a partir del diálogo, y quienes buscan imponerla por la fuerza, la Región no avanza. El desencuentro, ese fenómeno que desarticula y divide, y que se manifiesta con fuerza en distintos ámbitos de la convivencia nacional, es- en el caso del "conflicto mapuche" - la huella de una larga cadena de injusticia y dolor, extendida a través de siglos. Sus tristes consecuencias deben ser abordadas no sólo por el pueblo mapuche y el Estado de Chile, sino por la sociedad como un todo, en un diálogo que se vuelve posible a partir del encuentro de los distintos mundos. Ese vínculo que se gesta cuando conocemos la realidad del otro, es conmovedor. Nos moviliza en conjunto y nos compromete con su destino que es al mismo tiempo el nuestro.
Ese ha sido el camino que hemos recorrido, quienes, a partir de distintas instancias de "Encuentros 3xi" a lo largo del país, hemos podido conversar, interactuar y conocernos. Convocados con el triple propósito de "inspirarnos, incluirnos, e innovarnos", comprobamos que es posible imaginar soluciones en las que convergen miradas distintas pero no excluyentes, y desde donde surge una Cultura del Encuentro como propósito permanente.
Así, gracias a los vínculos forjados con dirigentes, artesanos, artistas, empresarios, campesinos y profesionales, emprendedores y estudiantes mapuches durante un encuentro en La Araucanía, constatamos que es el diálogo lo que está en el centro de la cultura mapuche.
Y es por el afecto mutuo nacido de ese encuentro, que sabemos que la muerte de Camilo Catrillanca toca a cada mapuche como la muerte de un hermano.
Desde nuestro lugar, seguiremos facilitando instancias que permitan el encuentro humano y profundo entre actores de una realidad tan compleja, confiados en que éstos darán frutos de dignidad y prosperidad para el pueblo mapuche, de paz para la Región, y de valoración de la cultura e identidad de nuestro pueblo originario a nivel nacional.
Alejandra Pizarro, Rodrigo Jordan, Alejandra Mustakis, Felipe Contreras-Haye, Soledad Ovando, Alfonso Swett, Fernando Alvear, Sergio Torretti, Gonzalo Muñoz, Juan Pablo Larenas, Alfredo Zepeda, Leonardo Maldonado, Alfonso Gómez, Conrad von Igel , Marcelo Larraguibel, Claudia Marfin, Gonzalo Larraguibel, Sergio Cardone, Sandro Solari, Ramiro Urenda, Andrea Brandes, Pedro Arellano, Alejandro Hörmann, Jaime Riesco, María Jesús Aldunate, Francisco Gazmuri
Paz, la palabra maldita
Lamentablemente se confirma lo expresado por Gabriela Mistral, que "paz" es una palabra maldita. ¿Cuándo todos ayudaremos a la paz verdadera en La Araucanía?
Manuel Ortiz Veas
Aprovechamiento político
Los excesos y violencia tanto de civiles como de fuerzas del Estado no deben de tener lugar en sociedades civilizadas, se deben condenar además de actuar para que en lo posible se extinga, por lo mismo es de pésimo gusto y produce vergüenza e indignación que ciertos grupos quieran armar movimientos en torno a la tragedia de Catrillanca, junto con muchos medios que festinan la desgracia pero con la muerte de Huenupe, Suárez Marihuan, Lemunao, Huenante, Catrileo, Cariqueo o Collío fueron muchos más pasivos, benevolentes e imparciales, mucho menos fatalistas, pues claro, todos los antes mencionados fallecieron en gobiernos de izquierda, lejos de buscar la lógica del empate es una penosa realidad que sólo muestra la mezquindad de algunas intenciones, centralistas y manipuladores que cuando hablamos de temas de género el hombre posee una opinión secundaria, pero si se trata de pueblos originarios aún sin ser parte de dicha etnia dicen representar su voz y su lucha.Eugenio Andrés González Flores
Estado de Derecho
A raíz del candente conflicto en La Araucanía, se ha señalado la necesidad de que en esa zona se afiance nuestro Estado de Derecho. En tal sentido parece apropiado como punto de partida reconocer y asumir que nuestro Estado de Derecho carece de la integridad que le es esencial. Si asumimos cabalmente tal situación sería factible abrir paso a medidas integrales, plenas de auspicios favorables para nuestro progreso nacional. Entretanto, continuamos inmersos en contingencias que a nadie benefician.
Patricio Farren C.