Carolina Torres Moraga
Aplicar la dosis de radiación precisa exclusivamente en el tumor maligno sin afectar los tejidos sanos o aledaños, es lo que busca materializar la innovadora técnica "made in Temuco" que podría revolucionar a nivel mundial los tratamientos convencionales contra el cáncer.
Se trata de un proyecto nacido al interior del Centro de Física e Ingeniería en Medicina (CFIM) de la Universidad de La Frontera con apoyo de fondos Fondef denominado "Converay", el que fue lanzado oficialmente ayer en dependencias de la casa de estudios donde se presentó el primer prototipo Converay ubicado en el laboratorio búnker del centro. Éste último es un edificio blindado construido íntegramente en hormigón armado de 250 metros cuadrados, con salas enterradas a 4 metros de profundidad que albergan a uno de los aceleradores lineales que se dedicará a las nuevas pruebas del prototipo.
Génesis
Sin duda, la radioterapia convencional es una de las técnicas más empleadas en el tratamiento del cáncer, la cual se basa en la aplicación de haz de radiación ("rayo") de alta energía divergente hacia el tumor de un paciente desde varios ángulo. Al ser divergente, es más intenso cerca de la piel que en la profundidad del tumor, por lo que no sólo afecta a las células cancerígenas sino también a los tejidos sanos.
Por ello, tal como lo explica el gestor de la idea, académico de Departamento de Ciencias Físicas y director del CFIM, doctor en Física Rodolfo Figueroa, la premisa original fue responder a la pregunta: ¿Qué pasaría con la distribución de la dosis de radiación si el haz principal fuera convergente en vez de divergente?.
"La verdad desde que yo era estudiante de Física que pensaba en un rayo que cure de alguna forma, pero no se me ocurría cómo hasta que lo vi de otra forma", señala el investigador.
Si bien hasta ahora no se han efectuado pruebas experimentales en seres humanos, la apuesta va dirigida hacia allá con el propósito que los tratamientos sean más efectivos, con menos sesiones y alcanzando también tumores de difícil acceso. "Al aplicarse un haz convergente, la radiación llega al foco donde tiene que ser, allí se concentra la energía, allí se deposita la dosis y allí debería matar el tumor; entonces se puede reducir un tratamiento y hacerlo más efectivo", sostiene el científico quien agrega que este dispositivo de haz convergente está diseñado para ser ubicado en la parte frontal de los actuales equipos de radioterapia existentes, a fin de hacer radioterapia focalizada con menos efectos colaterales.
Futuro
Esta tecnología que podría estar disponible de manera más masiva en los próximos 5 años, ya cuenta con dos empresas interesadas a nivel nacional y también con la colaboración del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres (ICR) y el interés de ELEKTA, una de las mayores empresas de equipos de radioterapia del mundo, para introducirlo en el mercado.
Lo cierto es que con el prototipo creado y el laboratorio búnker en marcha, lo que viene en adelante es su aplicación definitiva, pudiendo incluso disminuir la generación de metástasis.
"Esperamos que en la segunda etapa del proyecto lleguemos a un prototipo ya más cercano a lo comercial y con muchos menos detalles técnicos experimentales. Por eso, tenemos bastante fe que en el mediano plazo vamos a tener un dispositvo aplicado primero a animales y luego será a los seres humanos", concluye el doctor Figueroa.
metros cuadrados de hormigón armado y con salas enterradas a cuatro metros de profundidad cuenta el laboratorio búnker. Con 250
más podría estar disponible de manera más masiva esta tecnología que ya cuenta con dos empresas interesadas a nivel nacional. 5 años