Correo
Alfonso Podlech
He leído con estupor y pena el artículo aparecido en este periódico el 20 de este mes sobre Alfonso Podlech M., distinguido abogado. Pareciera ser que el sagaz ministro Mesa, mediante "presunción fundada", haciendo uso de la retroactividad de las leyes, el desconocimiento de la Ley de Amnistía plenamente vigente y de la prescripción de los hechos que ocurrieron hace más de 40 años, desea meter a la cárcel a este caballero, que es la forma en que se llevan los juicios de Derechos Humanos en este país.
Solo decir que mi amigo estuvo preso en Italia durante tres años, y retornó a su país exculpado y limpio del juicio que le armaron desde acá, soportando y defendiéndose de cuanto testigo trucho, la izquierda financió para comparecer en Roma.
Pero el odio y la venganza pueden más.
Ánimo Alfonso, no es nada raro que en estas navidades aparezcas demandado por secuestrar al Viejo Pascuero.
Willy Bascuñán
Acusación infundada
Una acusación constitucional se realiza cuando una autoridad ha incurrido en alguna infracción a la constitución que justifique su destitución o inhabilitación para el ejercicio de su cargo. Sin embargo, de ocurrir este caso, ¿no serían obvios los antecedentes para todos? o al menos para quienes están propinando la acusación.
El ministro Chadwick fue interpelado y mostró una actuación espléndida. En ella asumió su responsabilidad política detallando cada uno de sus movimientos, tanto los que precedieron como los que siguieron al suceso en cuestión, enfatizando que su proceder siempre estuvo apegado a su deber; respetar y cumplir con el Estado de Derecho.
El jefe de Interior cumplió con todo el rigor de la ley. Y es que, tal parece que la oposición va a tener que esperar sentada a que sus argumentos se materialicen porque los hechos demuestran que él siempre ha actuado en base a sus competencias.
Ricardo Oyarzún
La violencia como problema de Salud Pública
En relación al homicidio del comunero mapuche Camilo Catrillanca, vuelvo a reiterar el mensaje. La violencia debe ser considerada un problema de salud pública. Y no lo digo yo; lo dice la Organización Mundial de la Salud hace más de una década, en su Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud del año 2003.
En este informe, además de hacer notar cómo la violencia ha ido aumentando en el mundo, y las tasas de mortalidad asociada a ella (ya sea por homicidios, suicidios, violencia en la pareja, por ejemplo), también se hace notar la violencia que reciben las etnias en las diferentes partes del mundo producto de las dificultades derivadas del colonialismo al que han estado expuestas y a las dificultades para adaptarse a las sociedades modernas e integrarse a éstas.
Sería relevante, por lo tanto, que el Ministerio de Salud se pronuncie de una vez por todas cómo prevenir e intervenir la violencia en Chile, pues desde ese año la OMS viene "reconociendo las graves consecuencias inmediatas y futuras a largo plazo que la violencia tiene para la salud y para el desarrollo psicológico y social de los individuos, las familias, las comunidades y los países".
Ricardo Bascuñán, psicólogo y académico U. Central
Navidad y modernidad
Un teólogo evangélico norteamericano dijo: "La cultura moderna o se subordina al Evangelio o es su enemigo mortal". Precisamente en cada Navidad, el Evangelio encuentra su punto de referencia más potente en términos de cronología histórica, pues esta fiesta ya universal, anuncia con una semana de anticipación la llegada del Año Nuevo 2019, para remitirnos otra vez al Nacimiento de Cristo, el Hijo de Dios, esto es, el año 1 de la Era Cristiana.
He aquí la gran diferencia del cristianismo bíblico con cualquier otra religión o con cualquier otro acontecimiento mundial, que pudieran superarla, entre otros, en el plano del orden histórico cronológico del tiempo.
En efecto, grande, conmovedora y extraña fue la II Guerra Mundial, con más de 50 millones de muertos y 10 millones de discapacitados por esa causa, y que involucró a la inmensa mayoría de las naciones de la tierra. Termina en 1945. Pero todo eso no fue suficiente para cambiar la cronología occidental. Tampoco el gran y admirable invento científico que hizo posible la llegada del hombre a la Luna, en julio de 1969 fue suficiente para cambiar la fecha original del nacimiento sobrenatural y la resurrección sobrenatural de "Cristo el Señor". Claro está, un imperio que recurrió a la "insubordinación total" del Evangelio, se autodestruyó en menos de 70 años. ¿Lo saben los revolucionarios mapuches y no mapuches de hoy?
Sergio Liempi Marín