Recordado es el gran incendio de la Reserva China Muerta, que afectó cerca de 3.600 hectáreas el año 2015. Posterior a ese evento, no se han visto catástrofes de esas características en nuestra Región, ni siquiera cuando los mega incendios que afectaron sin precedentes la zona central de nuestro país el 2017.
El menor impacto de los incendios forestales durante estas últimas tres temporadas no ha sido al azar, sino por el contrario, producto del trabajo coordinado entre el sector público y privado, influyendo fuertemente la incorporación de nuevos actores (personas e instituciones) que se han involucrado en la prevención de incendios forestales, creando medidas y promoviendo la generación de conciencia en la ciudadanía.
Dentro de algunas acciones concretas se puede mencionar, entre otras: la Mesa de Prevención de Incendios Forestales Regional, creando el primer equipo interdisciplinario en Chile para la prevención de incendios forestales, con comisiones y trabajos en que participan sectores públicos, privados, académicos, fiscalía, policías y municipios, destacándose nuevas formas de abordar la prevención a nivel de la determinación de causas, uso de nuevas tecnologías digitales y de teledetección, formación de unidad de prognosis (se anticipa el comportamiento del fuego de acuerdo a distintas variables), creación de informes de planes de prevención para las municipalidades en lugares con alta concentración de población (en las 32 comunas de la Región se realiza un trabajo de levantamiento de información de riesgos en los perímetros de los centros poblados), ademas, de diversas alianzas estratégicas entre instituciones. Por otra parte, se generó el Plan Conjunto entre Parque Lanín (Argentina) y Parque Villarrica (Chile) para la vigilancia y combate de incendios conjuntos, en límites cordilleranos, materializado en protocolos de trabajados, a nivel regional y vinculado con cancillería de ambos países.
En definitiva, son muchas las iniciativas que en el último tiempo se han ido generando en el trabajo coordinado con nuevos actores. No obstante ello, aún resta mucho por mejorar, aprendiendo de las experiencias anteriores, debiendo continuar con la incorporación de iniciativas grandes y pequeñas que pueden aportar a prevenir los incendios. El mejor trabajo siempre será la prevención; involucrando a instituciones y personas, cambiando conciencias en la sociedad y generando políticas para afectaciones post incendios forestales.
David Jouannet,
ingeniero forestal. Mg. Gestión Tecnológica