Andrea Arias Vega
Bajo un cielo totalmente despejado y un día soleado, cuatro mil fieles chilenos y argentinos celebraron al mártir San Sebastián en la cordillerana comuna de Lonquimay.
La festividad, según indicó el padre dueño de casa de la Parroquia San Sebastián de Lonquimay, Mario Roz, casi coincide con el aniversario de la comuna, que es el próximo 25 de enero, así es que "es un bonito y esperanzador punto de partida para celebrar un año más en una comuna donde la fe está muy arraigada".
Durante la jornada hubo misas rotativas, una procesión que presidió el obispo de Temuco, Héctor Vargas, y tampoco faltó, como es tradición, el religioso pago de las mandas.
El lonquimayino Óscar Aravena es uno de ellos, quien a pesar de estar estudiando en Santiago, viaja sagradamente a su tierra para pagar su manda al mártir. "Siempre vengo para esta fecha a pagar mi manda y es algo que no me deja de sorprender, uno piensa que este tipo de demostraciones están en declive, pero no es así, cada año se unen nuevas generaciones".
Al ser consultado, el obispo de Temuco, Héctor Vargas, valoró la demostraciones de fervor. "La procesión es una demostración pública de fe muy hermosa, además hubo una muy buena participación. La jornada ha sido muy significativa, emociona y conmociona la fe de nuestro pueblo, quienes acuden para agradecer las gracias concedidas por intermediación de San Sebastián".
"Emociona y conmociona la fe de nuestro pueblo. Es una cosa muy hermosa".
Héctor Vargas, obispo de Temuco."
Procesión en Villa Almagro
Como es habitual la pequeña localidad de Villa Almagro, en Imperial, recibió a cientos de devotos de San Sebastián. En esta ocasión, el municipio a través de su departamento de Participación Ciudadana, departamento de Actividad Física y Deporte, en conjunto con la Junta de Vecinos N°11 de Villa Almagro, acordaron realizar actividades los días 19 y 20, con la Feria Costumbrista el primer día, además del tradicional torneo de fútbol. Mientras que el día 20 la pequeña localidad recibió a centenares de devotos que llegaron desde diferentes puntos de La Araucanía y del país para pagar sus mandas a San Sebastián.