Drones ya
APORTE PRODUCTIVO. Ya se puede ver a estos aparatos fumigando diversos sembradíos, optimizando recursos de los agricultores.
No cabe duda que los drones llegaron para quedarse. Estos aparatos voladores han proliferado en todo ámbito y es así que de la agricultura no podían quedar marginados. Eso pensaron dos emprendedores de Temuco, quienes decidieron crear una empresa que ofreciera nada menos que drones fumigadores. Se trata de drones de grandes dimensiones que pueden cargar 24 kilos de peso, en este caso, químicos fumigadores.
Se trata de Agronodrone, dirigida por Miguel Henríquez (ingeniero civil industrial) y Víctor Velásquez (estudiante de Ingeniería Civil y operador de drones). "Si bien ya hay empresas que están establecidas en Santiago, de la Región del Biobío al sur no había nada de este tipo", aclaró Henríquez, añadiendo que esto comenzó en junio de 2018 y en diciembre ya hicieron el lanzamiento de la empresa.
Por su parte, Velásquez explicó que "postulamos a fondos de Corfo, pero como en el norte de Chile ya habían empresas similares, no nos entregaron recursos por no ser una innovación a nivel nacional. Lamentablemente no nos resultó por ese lado, por tanto nos apretamos el cinturón, pero seguiremos postulando a Corfo, Sercotec, a universidades".
CARACTERÍSTICAS
El estanque del aparato posee una capacidad de 10 litros, lo que puede ser aplicado en una hectárea. El dron, al despegar, con carga completa, levanta más menos 24 kilos de carga, con batería y estanque lleno. Desplegado, la nave tiene un diámetro de un metro y medio. El valor de dicho aparato bordea los 15 millones de pesos, lo que incluye todo su equipamiento.
Respecto a lo que hace este dron, Henríquez lo explica de la siguiente forma. "Lo que hace es pulverizar el químico a través de un vuelo autónomo. Lo que nosotros debemos hacer, previamente, es caminar por el perímetro del terreno a trabajar. Gracias a esto, al dron se le da una ruta a seguir y lo que hace el dron es seguir ese camino trazado previamente".
Añadieron que el traslado corre por cuenta de ellos y el agricultor solo debe proveer el químico a esparcir. Dentro de las ventajas de utilizar esta tecnología, es que el operador no tiene contacto con los químicos, el sembradío no es dañado, se puede acceder a cualquier terreno y la rapidez es significativamente mayor a la forma tradicional.